Breslavia (también conocida como Wroclaw, su nombre polaco) es una ciudad pequeña y preciosa repleta de callejuelas empedradas y espacios verdes. Teniendo en cuenta su tamaño, la mejor forma de explorarla es a pie, aunque también puedes recurrir a los tranvías, que son rápidos y fiables.
Las líneas dos y diez te llevarán en un abrir y cerrar de ojos a cualquier rincón que quieras ver. Dependiendo de cuánto tiempo vayas a pasar en la ciudad, puedes comprar un billete sencillo o un abono.
Consejo: Si quieres planificar los trayectos con rapidez, descárgate la aplicación jakdojade, disponible para iPhone y Android.
Hotel Patio: Si buscas un alojamiento moderno y con estilo en pleno centro de la ciudad, ya lo has encontrado. Este hotel está situado muy cerquita de la Plaza del Mercado, una ubicación ideal para aquellos que no quieren perder el tiempo en desplazamientos.
Ibis Styles: Este hotel boutique es una opción estupenda si buscas algo tranquilo y alejado del bullicio del centro, pero que te siga permitiendo ir a pie a los principales lugares de interés. Tiene una decoración divertida y original, y las vistas desde las habitaciones son magníficas.
Hotel Tumski: Está situado en la Isla de la Catedral, una zona tranquila desde la que puedes llegar a la Plaza del Mercado en unos quince minutos, y tiene unas vistas preciosas del río Óder y sus alrededores.
Restaurante Patio: Este restaurante, situado en las inmediaciones de la Plaza del Mercado, es célebre por su exquisita cocina polaca y europea, y te aseguro que cumple con creces las expectativas. Es algo más caro que la mayoría de establecimientos de la ciudad (que son increíblemente baratos, las cosas como son), pero merece la pena rascarse un poco el bolsillo para probar sus deliciosos platos.
Gastropub Wroclawska: Un local perfecto para probar la gastronomía regional. Utilizan ingredientes frescos y de temporada, por lo que el menú cambia con frecuencia. Además, sirven cervezas y vodkas de la zona, lo que hace que la experiencia resulte aún más auténtica.
Karczma Lwowska: Este restaurante está situado en plena Plaza del Mercado y ofrece una experiencia polaca cien por cien, desde la gastronomía hasta la decoración. Todo está exquisito y los platos de carne son más que generosos.
Brasserie 27: La carta de este local incluye muchas especialidades polacas, pero también algunos de los platos europeos más populares, así que hay opciones para todos los gustos.
Restaurante Art: Este establecimiento no solo destaca por la comida, sino también por su ambiente relajado y acogedor. En la parte de atrás cuenta con un jardín maravilloso que te hará sentir como si estuvieras en mitad del campo.
Torre mirador de la Iglesia castrense de Santa Isabel: Sube la estrecha escalera de piedra hasta lo más alto de esta iglesia, ubicada muy cerca de la Plaza del Mercado, y tendrás una espectacular panorámica de 360 grados que compensará con creces el esfuerzo (además, la bajada será mucho más fácil, te lo garantizo). La entrada cuesta solo cinco zloty, es decir, poco más de un euro.
Tour a pie: Sumérgete en el pasado y el presente de Breslavia durante una visita a pie por sus rincones imprescindibles. Los guías son gente de la ciudad que, por lo general, han vivido allí toda su vida. La pasión que sienten es contagiosa, y se conocen los mejores locales y un montón de anécdotas interesantes sobre su cultura e historia. Normalmente, los tours terminan de la mejor forma posible: tomando una cerveza bien fría en la Plaza del Mercado.
Paseo en barco por el río Óder: Súbete a un tranvía acuático (hay varias paradas repartidas por la ciudad) y descubre Breslavia y sus lugares emblemáticos desde un ángulo totalmente diferente. Esta es una forma estupenda de pasar la tarde si te invade la pereza y no te apetece ponerte a patear las calles.
Ve en busca de los enanitos y del farolero: Una de las actividades imprescindibles de todo turista que visita la ciudad es ir a la caza de sus habitantes más diminutos y emblemáticos.
Los enanitos están repartidos por toda Breslavia y, aunque puede que al principio no repares en ellos, te aseguro que al final de la estancia te dará la impresión de que aparecen hasta debajo de las piedras. Hazte con un mapa ¡y trata de encontrarlos todos!
El farolero de Breslavia es algo así como una especie en peligro de extinción. Quedan muy pocos en Europa, y aparece al caer el sol con su capa y su sombrero de copa para encender las 103 farolas de gas que aún quedan en la Isla de la Catedral.
Es muy rápido y cambia la ruta todas las noches, así que considérate afortunado si logras verle de refilón antes de que desaparezca por alguna callejuela.
Visita el Zoo y Afrykarium de Breslavia: Deja la cultura apartada durante un rato y pásate al lado salvaje con una excursión al zoo, acuario y africario (una zona dedicada a los mamíferos, reptiles y peces que habitan el continente negro).
Antes de la visita, puedes descargarte la aplicación del zoo para saber a qué hora se alimenta a los animales y preparar rutas personalizadas.
Descúbrelo todo sobre el agua en Hydropolis: Coge el tranvía hasta Hydropolis y adéntrate en el fascinante mundo del agua. Este museo es perfecto tanto para adultos como para niños.
Panorama de Raclawicka: Esta pintura de 360 grados representa la Batalla de Racławice, en la que los polacos vencieron a los rusos. La experiencia cobra vida gracias a la iluminación y la escenografía. Se trata de la única pintura panorámica que existe en el país, y es muy posible que te deje sin palabras.
Centro Histórico Zajezdnia: Este centro, que ocupa un antiguo depósito de tranvías, cuenta la terrible historia de la posguerra en Breslavia y la región de Silesia. Las exposiciones y pantallas interactivas hacen que la visita resulte de lo más interesante. Sin duda, merece la pena conocerlo.
La Fuente de Breslavia y el Centro del Centenario: El Centro del Centenario fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006 y te permite profundizar en la historia de la región en su sala de descubrimientos.
La Fuente de Breslavia, por su parte, es la más grande de Polonia, con 800 luces y 300 chorros de agua. Durante los meses de verano, hay un espectáculo multimedia, y en invierno se transforma en una pista de hielo. No te la puedes perder.
Quiero dar las gracia a Sara, de la Lower Silesian Tourist Organisation, a los empleados de la oficina de promoción de la ciudad de Breslavia y a Neil Arthurs Photography por su ayuda a la hora de organizar un viaje increíble.
Vuelos a Breslavia
- Rachel Mellon