Hay miles y miles de campos de golf en nuestro precioso continente, y muchos merecerían un hueco en esta lista, pero aquí van nuestros cinco elegidos para que vayas sacando brillo a los palos…
El campo de golf:
Karlstejn se inauguró en 1993, justo después de la disolución de Checoslovaquia. Es un campo precioso de unos 5880 metros situado en los terrenos del Castillo de Karlstejn. Ocupa un paraje de colinas con zonas arboladas, algunos lagos, barrancos y formaciones de piedra caliza, y el castillo se divisa desde todas las calles. Es muy exigente, y ha sido diseñado para facilitar los bogeys y dificultar los birdies. Hay muchas pendientes y obstáculos de agua, con unos pocos hoyos cuesta abajo (el segundo destaca especialmente) y unos par 4 cortos excelentes. República Checa es célebre por su cerveza, así que, si te apetece disfrutar de una bien fresquita en el hoyo 19, no podrías estar en mejor sitio.
Tarifas e instalaciones:
El green fee cuesta entre 75 y 111 euros. Es imprescindible reservar con antelación, ya que este campo goza de gran popularidad. La casa club y las instalaciones son estupendas, y conviene utilizar un carrito de golf para evitarse tener que subir y bajar andando un sinfín de colinas.
Cómo llegar:
Vuela a Praga, dirígete en coche hacia el sudoeste y llegarás en menos de una hora.
El campo de golf:
La soleada región portuguesa de El Algarve es el sitio perfecto para cualquier europeo que quiera practicar golf en invierno con un clima agradable. Además, Monte Rei es probablemente uno de los campos más famosos del continente y un sueño para la mayoría de golfistas. Se encuentra enclavado en las laderas de la zona oriental, con vistas a las montañas al norte y al océano Atlántico al sur, y su belleza solo es comparable a su nivel de exigencia. Este campo, diseñado por Jack Nicklaus, permite a los jugadores gozar de momentos inolvidables. Monte Rei cuenta con ocho hoyos par 4 y cinco par 3 y par 5, y el agua tiene un papel protagonista en once de los dieciocho hoyos. Los tees/greens elevados y los grandes búnkeres repartidos por el campo aumentan la dificultad, pero te aseguro que disfrutarás cada minuto de juego.
Tarifas e instalaciones:
Este campo no es barato; jugar te saldrá por 220 euros en temporada alta y 170 en temporada baja, pero vale cada céntimo. La casa club y el complejo son de lujo, el servicio es excelente y el campo y las instalaciones, impecables. Es otro de los campos que cualquier golfista que se precie debería probar al menos una vez en la vida.
Cómo llegar:
Vuela a Faro, dirígete en coche hacia el este y estarás allí en menos de una hora.
El campo de golf:
Golf du Medoc, situado al norte de la ciudad de Burdeos, está a escasa distancia de los famosos viñedos franceses que cubren miles de hectáreas de terreno. El mejor recorrido de Medoc, diseñado por Bill Coore siguiendo la tradición más pura de los links escoceses, es Les Chateaux, un nombre que le viene que ni pintado. Aunque no está a orillas del mar (la costa se encuentra a unos 20 kilómetros), los vientos del Atlántico te harán sentir como si lo estuvieras.
Es un campo largo, de unos 6200 metros, sobre todo porque solo hay dos hoyos par 5. Los grandes “golpeadores” tendrán oportunidades de sobra para demostrar su potencia, pero en general hay una combinación excelente de hoyos que pondrán a prueba las habilidades de cualquier golfista. Los deliciosos vinos de Medoc te estarán esperando en la casa club para que celebres tus triunfos, o para ayudarte a ahogar las penas y olvidar tus fracasos.
Tarifas e instalaciones:
En temporada alta, la tarifa es de 82 euros (entre abril y octubre), mientras que en temporada baja te saldrá por 56. Si tienes pensado jugar bastante, hay un Medoc Golf Pass que te da acceso a los dos campos de Medoc por 156 euros (105 en temporada baja).
Cómo llegar:
Vuela a Burdeos. El campo está al norte del aeropuerto, a solo 25 minutos en coche.
El campo de golf:
Si para ti no hay nada que supere a los campos tipo links escoceses, tienes que ir a St. Andrews, en el condado de Fife, conocido como “la cuna del golf”. Al igual que el de Monte Rei, este es uno de los campos que todo golfista debería incluir en su lista de cosas que hacer antes de morir. El Old Course es uno de los más antiguos del mundo. Además, no se parece a ninguno de los campos modernos que aparecen en este artículo; no fue diseñado por un golfista profesional con características estudiadas al milímetro, sino que fue creado en gran parte por la madre naturaleza. Puede ser casi un anti-clímax para algunos debutantes, pues a primera vista no parece gran cosa, pero es todo un santuario del golf que cualquier jugador debería experimentar una vez en la vida.
Dedica un momento a apreciar el Road: el hoyo 17, un par 4. Es uno de los más famosos del mundo. Si acabas en el búnker, consuélate pensando que no eres el único, ya que algunos de los mejores golfistas han visto cómo se esfumaba su sueño de llevarse el Open en esa misma arena.
Tarifas e instalaciones:
Los green fees del Old Course se sitúan entre las 85 y las 175 libras dependiendo de la época del año. Eso sí, ten presente que la temporada baja en Escocia va acompañada del típico clima invernal escocés y tendrás que decidir si te compensa por el hecho de ahorrarte unas libras en la tarifa. En lo que respecta a las instalaciones, son sencillamente fantásticas.
Cómo llegar:
St. Andrews está a poco más de una hora en coche del aeropuerto de Edimburgo y a dos horas del de Glasgow. Desde ambos hay buenas conexiones en transporte público.
El campo de golf:
Con un green fee que asciende a 350 euros el fin de semana (y “solo” 330 los días de diario), es obvio que Valderrama no es apto para todos los bolsillos. Sin embargo, es un campo precioso que cumple con creces las expectativas. De hecho, es conocido como el “Augusta de Europa”, ha acogido numerosos campeonatos de renombre y es el sueño de cualquier golfista.
Está ubicado en un entorno privilegiado, con vistas de Gibraltar desde las calles. Su diseño es impecable y no recibe gran afluencia de público (probablemente debido a sus precios), con lo cual suele encontrarse en perfecto estado de revista. Además, puede ser bastante implacable: este campo les ha dado una cura de humildad a algunos de los mejores golfistas de todos los tiempos. Es muy probable que te coma con patatas, y aún más probable que disfrutes cada segundo que pases en el green.
Tarifas e instalaciones:
Sí, para jugar en Valderrama tienes que estar dispuesto a desembolsar como mínimo 330 euros, pero el campo, las instalaciones y el servicio son inigualables. Así que ponte a ahorrar desde ya para poder disfrutar al menos una vez de esta experiencia única.
Cómo llegar:
Vuela a Málaga, desde allí tendrás que conducir poco más de una hora bordeando la Costa del Sol.
- Dee Murray