Nuremberg probablemente está en la mente de la mayoría por haber sido la ciudad que acogió uno de los juicios más famosos de la historia contra los crímenes de guerra perpetrados por los Nazis en la Segunda Guerra Mundial. Y la razón de elegir Nuremberg para albergar este juicio no fue cosa del azar, su Palacio de Justicia y la prisión aledaña sobrevivieron a los bombardeos aliados, muy adecuado para tener entre rejas a los principales criminales nazis.
Pero, si bien es necesario no olvidar la historia, no nos vamos a quedar con este triste fragmento puesto que Nuremberg también ha brindado al mundo las obras de su ciudadano ilustre y el artista más famoso del Renacimiento alemán: Alberto Durero. ¿Te vienes a conocer la ciudad?
Súbete a esta reproducción de un carruaje de 1874 de color amarillo que te llevará por los alrededores del famoso mercado navideño Christkindlesmarkt, atractivo turístico que cada año atrae a miles de visitantes. El recorrido tiene como punto de partida la Fuente Bonita entre las 13:00h y las 19:00 horas. Te atenderán los simpáticos Heinz y Gerard que llevan 25 años al mando de este tour cuya duración ronda los 10 minutos y cuesta 4€ para adultos; 2,50€ niños.
El emperador Carlos IV consintió la construcción de esta iglesia, la primera de estilo gótico en la región de Franconia, sobre una sinagoga demolida. No te pierdas un hito que sucede a diario en este icono de Nuremberg. El reloj toca a diario puntual a las 12 del mediodía desde 1509 el popular “Desfile de los hombrecillos” (príncipes electores ante el emperador) que salen en fila rememorando la escena de la Bula de Oro, ley aprobada por el emperador Carlos IV, en la que establecía la estructura del Sacro Imperio Romano y la sucesión imperial.
Ubicada en la misma plaza del mercado y reconocible desde cualquier punto de esta, la Fuente Bonita o Schönner Brunnen data del siglo XIV, tiene 19 metros de altura y 40 estatuas muy coloridas de corte gótico. En la verja que la circunda hay dos anillos de latón a los que la gente da vueltas porque dicen que da buena suerte. ¿Te animas a probar suerte? Fíjate en lo más alto, verás a Moisés y los Profetas, los 4 Padres de la Iglesia, los siete Príncipes electores y una serie de nueve heroes -tres de la Antigüedad, tres Judíos y tres cristianos-.
El Castillo Imperial sobresale en el casco antiguo de la ciudad con unas vistas fabulosas por la módica cantidad de 7€. El castillo de Nuremberg es uno de los palacios imperiales fortificados más importantes del Sacro Imperio Romano. La entrada está en la casita de la bruja, lugar en el que antiguamente dormían los guardianes, hoy convertido en una cervecería-restaurante muy concurrida. Dos puntos imperdibles: el pozo de 47 metros de profundidad y la torre Sinwell desde la que puedes disfrutar de unas vistas increíbles.
Restaurada recientemente e inaugurada en el año 2012, la casa-museo de Alberto Durero, fue la residencia y talleres del artista germano entre 1509 y 1528. Esta residencia burguesa reproduce algunas zonas de la vivienda reconstruidas así como un gran taller con maquinaria de imprenta en funcionamiento. En esta visita podrás contemplar exposiciones, obras de la colección gráfica y copias históricas de los siglos XVII al XX del artista. Agnes Durero, la mujer del artista, es la protagonista de la audioguía que te acompaña por la casa en varios idiomas e incluso, en carne y hueso, en una visita guiadas especial caracterizada a través de una actriz.
- Iosu López