36 horas en Charleroi

Charleroi es una ciudad que ha resurgido de sus cenizas y ha dejado atrás su pasado industrial decadente gracias a la cultura, a salas increíbles y a una arquitectura que nos hace viajar en el tiempo. A continuación, te ofrecemos nuestras propuestas para una escapada de 36 horas a esta ciudad belga que es todo un tesoro por descubrir.

El Novotel se encuentra en pleno centro de la ciudad, a solo cinco minutos andando de la estación de trenes Charleroi Sud y a siete kilómetros del aeropuerto. Tiene un diseño moderno y ofrece 123 habitaciones acogedoras en las que poder recargar las pilas tras una larga jornada de turismo. Está conectado con el centro comercial Rive Gauche, lo cual resulta muy práctico si te apetece ir de tiendas durante la escapada. Además, el Novotel está situado muy cerca de la mayoría de lugares de interés, de restaurantes magníficos y de la pintoresca ribera del río Sambre.

Novotel Charleroi Centre – Place Verte 17 

Basílica de Saint-Christophe – Place Charles II 

Esta basílica, una pieza esencial de la historia de la ciudad, se encuentra en el centro histórico y aúna diversos estilos arquitectónicos antiguos y modernos. Se consagró a San Cristóbal en 1722, y lo más interesante se encuentra en la cúpula de cobre. Allí podrás admirar un mosaico formado por un millón de pequeños cristales de colores con finas láminas de oro, obra del artista belga Jean Ransy. El interior de la basílica, inspirado en el arte bizantino, narra pasajes bíblicos. Da un paseo por el interior y el exterior de la cúpula, y aprovecha para hacer fotos desde uno de los mejores miradores de la ciudad.

Bois du Cazier – Rue du Cazier 

Bois du Cazier, una antigua mina de carbón convertida en un museo interactivo, es uno de los lugares más interesantes de la ciudad, que rinde homenaje a su pasado como bastión industrial y a sus gloriosos días de acero, cristal y carbón, y conmemora además el trágico accidente ocurrido el 8 de agosto de 1956. Adéntrate en su historia gracias a las pantallas interactivas, las fotografías, las grabaciones y los testimonios. Este complejo se encuentra al sur de la ciudad, en la frontera de la idílica Entre-Sambre-et-Meuse, y es un lugar único para conocer el pasado y la cultura de la zona.

Arte urbano

Una de las cosas en las que es imposible no reparar cuando visitas Charleroi es la cantidad de grafitis que adornan sus calles. El proyecto Urban Dreams es una iniciativa que se propuso llenar de colorido los hostiles paisajes industriales y que invitó a artistas de todo el país a dejar su huella en los edificios de la ciudad. Pasea por el barrio Marchienne-au-Pont y admira los numerosos murales. El arte urbano, que da vida al conocido como Pays Noir, es uno de los grandes reclamos de Charleroi y, además, no te costará ni un céntimo.

Ayuntamiento y campanario – Place Charles II 

El ayuntamiento de Charleroi, que combina art déco y clasicismo de manera armoniosa, es otro de los lugares imprescindibles de la ciudad. Este edificio, con sus escaleras de caracol, sus esculturas de mármol, sus tapices y su lujosa iluminación, es una auténtica obra maestra arquitectónica. Sin embargo, aunque la estructura en sí resulta impresionante, la verdadera joya del lugar es el campanario que se eleva a 70 metros de altura y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El campanario, construido en ladrillo y piedra blanca y azul, y coronado por un pináculo de bronce, alberga 47 campanas que repican cada cuarto de hora. Sube los 272 escalones y admira la ciudad a tus pies mientras escuchas los compases de las canciones del poeta local Jacques Bertrand.

Museo de Fotografía – Avenue Paul Pastur II 

El Museo de Fotografía de la ciudad, que ocupa un antiguo convento carmelita, es célebre a nivel internacional tanto por su colección permanente como por sus exposiciones temporales. Es el más grande de Europa, recibe a más de cincuenta mil visitantes cada año y se enorgullece de dar protagonismo a la diversidad artística dentro del panorama creativo de la ciudad. Recorre sus innumerables salas, admira algunas de las mejores instantáneas del mundo y, si te apetece, pon el punto final a la visita dando un paseo por el tranquilo parque que hay junto al museo. 

Rockerill – Rue de la Providence 136

Si quieres exprimir la noche del sábado al máximo, no encontrarás mejor sitio que el Rockerill, situado en Marchienne-au-Pont. Esta antigua nave industrial convertida en sala de conciertos es muy popular gracias a sus eventos de música electrónica y a sus sesiones urbanas. Es un espacio dedicado a la cultura, el teatro y el arte alternativos que siempre tiene un ambiente de lo más animado y que no puede faltar en ningún itinerario de Charleroi. 

LaMU – Rue de Brabant 2 

Descubre los sabores de la ciudad en la cervecería y restaurante La Manufacture Urbaine. LaMU, que ocupa una antigua mediateca a orillas del río Sambre, es uno de los locales míticos de Charleroi. Toma asiento y disfruta de una degustación de cervezas artesanas, como la Carolo Pils, o pídete una taza de café recién hecho.

Le Pot-au-Pho – Rue de Montigny 34 

Aunque no es un establecimiento típicamente belga, no puedes irte de Charleroi sin haberte comido un plato de pho en Le Pot-au-Pho. Huye del ajetreo de las calles y déjate envolver por la tranquilidad que se respira en este local decorado con muebles de madera minimalistas. El restaurante, que solo se encuentra en esta ciudad, te dejará con ganas de más.

Si vas a viajar dentro de poco a Charleroi, etiquétanos en tus fotos de los lugares imprescindibles de la ciudad con el hashtag #ryanairstories y podrás aparecer en el feed de Instagram de Ryanair.

Vuelos a Charleroi

- Lucy Norris