¿Has volado alguna vez al aeropuerto de Orio al Serio en Italia y al aterrizar has pensado que aquello era Milán? Pues aunque no lo creas, es algo que suele pasarle a mucha gente. Si bien es cierto, este es uno de los principales puntos de entrada para llegar a la capital de Lombardía, pero no hay que cometer el imperdonable error de saltarse una ciudad tan hermosa y con una historia tan rica como Bérgamo.
Bérgamo, se divide en dos partes, la “Città Alta” y la “Città Bassa”, y es conocida heroicamente como “la città dei mille” (la ciudad de los mil) por el apoyo de los bergamascos a Giuseppe Garibaldi durante su avance hacia la unificación. Además, una de las particularidades de la ciudad es su funicular, que conecta ambas partes siendo una de sus señas de identidad. El funicolare, como se dice en italiano, es un práctico medio de transporte que hará las delicias de los románticos de otra época, teletransportándote con sus vistas de ensueño hasta el corazón del Bérgamo más vetusto.
Para visitar Bérgamo puedes optar por cualquiera de estas opciones para dormir. Quedarte en el hotel Excelsior San Marco, situado en pleno centro de la ciudad, que ofrece la posibilidad de recorrerla a pie prácticamente sin utilizar ningún medio de transporte. Y para aquellos que no quieran trasladarse muy lejos o tengan miedo de retrasarse o perder su próximo vuelo, otra opción válida es la del moderno y confortable Hotel Winter Garden a tan solo 2 minutos del aeropuerto Orio al Serio.
Si hay algo que llama la atención en la parte baja de Bérgamo es que a pesar de ser la parte moderna, todavía conserva sus barrios históricos, teniendo como atractivo las calles para ir de compras, como la via XX Settembre, y muchos lugares para sentarte y disfrutar de un café o aperitivo. Y no muy lejos de allí, construida en la Piazza Vittorio Veneto, la Torre dei Caduti (de los caídos) es un monumento a la memoria y al honor de los bergamascos caídos en la I GM, y que te permite subir hasta el punto más alto de la ciudad baja y regalarte una increíble vista del skyline de Bérgamo en donde la ciudad alta y la muralla veneta son ineludiblemente los principales protagonistas.
Por si fuera poco, Bérgamo es además protagonista de bellas tradiciones como por ejemplo la que tiene lugar en la casi desapercibida Piazza Dante. Allí las luces que alumbran a la plaza y su fontana cada vez que un niño nace en la ciudad, se iluminan con más fuerza notificando de esta manera a todos los bergamascos y curiosos acerca de las buenas nuevas.
Al haber pertenecido Bérgamo a una antigua república veneciana, la ciudad se fortaleció con la construcción de una muralla para proteger a sus ciudadanos. Desde ella un día se divisó al enemigo, y hoy con cielos claros puede incluso verse hasta Milán y la silueta de sus grades edificios a lo lejos. En ella se hicieron 4 puertas en cada uno de los puntos cardinales. Una vez arriba, el empedrado antiguo y el bullicio de la parte alta te va llevando poco a poco en un paseo por la historia hasta su epicentro, la Piazza Vecchia. Si hay algo que te deja con la boca abierta en Bérgamo es esto. Años de historia recogidos en una plaza llena de tesoros en donde los ojos se llenan de estampas para coleccionar como la fuente Contarini en el centro de la misma, el palazzo della Ragione, la Torre Cívica, la catedral de Santo Alessandro, la biblioteca, la Basílica de Santa Maria Maggiore y la Capilla de Colleoni.
Pero dentro la historia siempre hay tiempo para la leyenda, como la del condottiero Bartolomeo Colleoni, uno de los ciudadanos más ilustres de Bérgamo. Tan orgulloso estaba de su valor, que hizo añadir a su escudo de armas tres testículos que se pueden ver entre otros sitios, en la verja de la capilla donde descansan sus restos. Dice que la leyenda que al tocar su escudo trae suerte, y así debe ser a juzgar por el desgaste visible ocasionado por el gran número de personas que se acercan a tocarlo.
Justo al lado, está la espectacular Basílica de Santa María Maggiore que guarda un sinfín de joyas artísticas en su interior. Por causa de la construcción de la capilla Colleoni, una parte de su estructura exterior fue derruida, lo cual no quita ni un ápice de protagonismo a su belleza. De estilo barroco, con una decoración recargada propia de la época, es una iglesia que más que eso parece un museo que no te dejará indiferente. En su interior, descansan los restos de uno de los hijos predilectos de la ciudad, Gaetano Donizetti. Además, cabe destacar unos grabados con escenas bíblicas diseñados por el pintor Lorenzo Lotto que no siempre están a la vista del público, así que considérate afortunado si puedes verlos.
Pero sobre todos ellos en la Piazza Vecchia se levanta la torre Cívica conocida comúnmente como “il Campanone”. Una invencible vista 360º que haciendo honor a su sobrenombre, tiene una gran campana que aún marca las horas y no sólo eso. El Campanone, todavía hoy como por aquel entonces, a las 22h de cada noche sigue sonando más de 100 veces como recordatorio del llamamiento que se hacia a los ciudadanos de aquella época avisando del cierre de las puertas de la muralla. ¡Avisado estás si visitas Bérgamo a esas horas!
En plena Piazza Vecchia saborea el bocado de los mejores y más típicos platos de la provincia en un restaurante con mucha personalidad y tradición en el sabor de la cocina bergamasca. En Lalimentari, se cuida mucho la presentación y el gusto de cada plato ofreciendo los mejores y más frescos productos de la comarca. De mano de Paolo y su equipo, podrás probar platos como los típicos ravioli de Bérgamo, los casoncelli alla bergamasca, o la polenta (harina hervida) en alguna de sus diferentes recetas, todo ello eso sí, acompañado de un buen vino local y la infinita simpatía de su personal. ¡Un restaurante único para vivir la experiencia de la cocina bergamasca!
En Lombardía no todo es el lago de Como. A unos 45 kms a las afueras de Bérgamo, a las que fácilmente puedes llegar con un servicio de transfer, hay un precioso rincón a las orillas del lago de Iseo en donde se encuentra la entrañable localidad de Lovere. Rodeado de un magnífico entramado montañoso, el lago de Iseo nada tiene que envidiar a su vecino más ilustre. Prueba la experiencia de dar un romántico paseo en barco admirando su paisaje y la arquitectura de este pueblo con sus edificios históricos mientras que el aire fresco de las montañas te oxigena por dentro. La belleza de Lovere se observa en sus tranquilas y elegantes calles y plazas, como su centro neurálgico, la piazza XIII Martiri. Pero si hay algo que los habitantes de Lovere recomiendan y de lo que están especialmente orgullosos, es la subida a su Torre Cívica para disfrutar de la vista panorámica del lugar, así como de la Accademia Tadini, un museo que reúne una prestigiosa colección en donde se recogen obras y estilos de varios artistas, principalmente de neoclasicismo.
Pero si te gusta la montaña, el aire fresco y el contacto con la naturaleza, continuando con la visita de los alrededores de Bérgamo, no te pierdas uno de los eventos estelares que se producen en el valle del Serio cada año: la “apertura de las cascadas”. Sí, has oído bien, la apertura de las cascadas. Y es que aquí, como si de un grifo gigante se tratara, una presa se abre 5 veces al año durante aproximadamente 1h dejando emanar el agua que cae por la ladera de la montaña formando una enorme cascada ante los ojos incrédulos de miles de personas. En definitiva un día de fiesta para familias que quieran hacer una excursión a la montaña o deportistas que busquen realizar un trekking más exigente con el premio de este espectáculo único para la retina. Para visitarlo, una posibilidad es hacer noche en el Hotel da Giorgio en Ardesio, un típico pueblito bergamasco lleno de encanto y así de paso, aprovechar la visita para conocerlo y tener una animada charla con sus simpáticos habitantes.
Insertado dentro de la estación del funicular de la via Porta Dipinta, encontrarás un pequeño y coqueto bar con una magnífica terraza y un notable aperitivo: el Caffe della Funicolare. Y es que si hay algo que es de ley y tradición tanto en Bérgamo como en toda Lombardía, ¡es probar su tradicional aperitivo!. Tómate un respiro en tu visita y refréscate sintiéndote un bergamasco más disfrutando de un trago del clásico Spritz o de cualquiera de sus cócteles al caer la tarde, mientras saboreas al mismo tiempo, una bonita vista de Bérgamo y las tapas que la acompañan.
Pero Bérgamo también es para románticos. Después de subir en funicular hasta el monte San Virgilio. A pocos metros encontrarás uno de los lugares más románticos de todo Bérgamo: el Baretto de San Virgilio. Mesa para dos con Bérgamo a tus pies, en donde los atardeceres se prometen inolvidables mientras se va haciendo de noche a la luz de las velas y de un buen vaso de un vino bergamasco.