Viaje al suroeste de Alemania: descubre Baden-Baden

Cuando algo te gusta mucho, repites… Ese debió de ser el motivo por el que esta ciudad del suroeste de Alemania, a pocos kilómetros de la frontera francesa y a escasos minutos de la Selva Negra, fue bautizada con el original nombre de Baden-Baden.

 

Aunque sus fuentes y baños termales (que han gozado de una enorme popularidad desde la época de los romanos) suelen protagonizar la mayoría de artículos de viajes sobre la ciudad, si tienes fuerza de voluntad suficiente como alejarte de sus jacuzzis, comprobarás que esconde muchos otros rincones únicos para descubrir y estar la mar de entretenido un fin de semana entero.

Y es que Baden-Baden es mucho más que una ciudad balneario: allí encontrarás teatros, boutiques de moda, jardines espectaculares o restaurantes de primera... A continuación, te presentamos una lista de recomendaciones infalibles para que disfrutes al máximo tu escapada.

Dónde alojarte

El hotel Magnetberg.

Si buscas un hotel céntrico que no sea demasiado caro, con todas las comodidades de un establecimiento de categoría, pero con la amabilidad y trato familiar típicos de un bed and breakfast, te recomiendo el Magnetberg. Fue el que elegimos nosotros durante nuestra estancia, y puedo decir que acertamos de pleno. Las habitaciones destacan por su luminosidad y limpieza, y su mobiliario sencillo con televisión y conexión a internet gratuitas. Tienen un bufé de desayuno generoso, servido en un restaurante con unas vistas preciosas de la ciudad.

Baden-Wurtemberg

En el hotel hay aparcamiento disponible sin coste adicional, algo que viene estupendamente si, como nosotros, también tienes pensado hacer excursiones en coche por Baden-Wurtemberg. 

Los mejores balnearios

Friedrichsbad: Este balneario, que se inauguró en 1877, ofrece tratamientos de aguas calientes y frías, sauna y masajes, lo que lo convierte en una elección perfecta para cualquiera que busque una escapada de relax. Por cierto, aquí el traje de baño sobra, porque este spa es oficialmente nudista.

 

Los lunes, jueves y sábados, los hombres y mujeres pueden disfrutar de los diferentes tratamientos en espacios separados. El resto de días, ambos sexos comparten las instalaciones. Si, al igual que a nosotros, la idea de pasearte como Dios te trajo al mundo te hace sentir un pelín incómodo, probablemente este sitio no sea el más adecuado para ti.

Caracalla Spa: Caracalla Spa está a un paso de Friedrichsbad. Lleva abierto al público desde 1985 y tiene tres piscinas, siete saunas, cascadas y cuevas de agua fría para estimular la circulación que resultan perfectas después de haber estado a remojo en uno de los jacuzzis.

 

Los miércoles son conocidos como el “día de las chicas”, así que, si quieres organizar una fiesta diferente con tus amigas, este es tu sitio. En el recinto hay además una cafetería (junto a la piscina exterior), un centro de masajes y boutiques donde comprar todo lo necesario para mimarte como nunca. 

Excursiones

Como hemos mencionado antes, Baden-Baden ofrece mucho más que tratamientos de hidroterapia. También cuenta con algunos de los paisajes más bonitos de toda Alemania. Si te gusta hacer senderismo, o simplemente quieres disfrutar de unas vistas imponentes de la ciudad, te recomiendo que subas al Monte Merkur. Su nombre se debe al dios Mercurio, en cuyo honor hay colocada una piedra votiva de la época de los romanos.

Para llegar a la cima (y a la torre panorámica que ofrece unas vistas de 360 grados de la ciudad) hay que coger el funicular. El recorrido desde el aparcamiento es de poco más de un kilómetro. Un consejo: Ve al monte a mediodía y así tendrás excusa para degustar los platos tradicionales del restaurante Merkurstüble.

Dónde comer

El restaurante que más nos gustó durante nuestra estancia fue Leo’s. Está en pleno centro de la ciudad y nos conquistó por su ambiente chic pero informal a la vez, su preciosa decoración y su deliciosa cocina mediterránea.

El restaurante abre los 365 días del año y es una opción estupenda para cenar después de haber pasado la tarde probando suerte en el casino. Un consejo: Confía en los camareros a la hora de elegir el vino; nosotros aún seguimos soñando con el excelente rosado que nos sirvieron durante el brunch en una de nuestras visitas.

 

Vida nocturna

Teniendo en cuenta que ninguno de nosotros había pisado jamás un casino, la idea de visitar la joya de la corona de Baden-Baden nos daba un poco de vértigo. Es sin duda uno de los casinos más bonitos y célebres del planeta. Se inauguró en 1824 y atrae cada año a miles de visitantes, no solo aficionados al juego, sino también turistas ávidos de descubrir su espectacular interior.

Para entrar, te piden un carné de identidad o pasaporte que acredite que eres mayor de edad. Además, hay normas de etiqueta: a los hombres se les exige llevar camisa, americana y, a ser posible, corbata, y a las mujeres, un atuendo elegante. Vamos, que no se te ocurra plantarte allí con zapatillas de deporte.

Si quieres descansar un rato de las mesas, podrás distraerte en el Club Bernstein. A nosotros nos entusiasmaron los cócteles, el precioso mobiliario de terciopelo y la decoración de estilo años setenta. Este local es muy popular durante el fin de semana, así que guarda los zapatos de baile en la maleta y prepárate para ponerle el broche de oro a tu viaje con estilo.

 

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Vuelos a Baden-Baden