Destinos imprescindibles en marzo y abril

La primavera está a la vuelta de la esquina y ¿qué mejor forma de celebrarlo que con una escapada de última hora o un viajecillo improvisado a alguno de los destinos más irresistibles de Europa?

Si te hace falta inspiración, aquí te traemos una lista de lugares imprescindibles para que disfrutes de un fin de semana repleto de diversión o digas adiós al estrés en una isla paradisíaca, ¡tú eliges!

Dublín: Date un homenaje y compra un billete a Dublín para vivir en primera persona la fiesta irlandesa por excelencia, el Festival de San Patricio.

El 16 de marzo se da el pistoletazo de salida con los mejores ritmos celtas en el Festival Céilí, y las celebraciones continúan el 17 de marzo con el plato fuerte del festival, el desfile del Día de San Patricio.

Por si fuera poco, la diversión no acaba ahí: hay un sinfín de eventos culturales por toda la ciudad hasta el 19 de marzo.

Madrid: Con la primavera, la ciudad cobra vida y sus plazas y parques se llenan de gente que se reúne para disfrutar del buen tiempo.

De hecho, no es raro que en el mes de marzo las temperaturas ronden los veinte grados, así que no hay mejor excusa para pasear por la ciudad y descubrir sus bares de tapas, museos, galerías y calles comerciales.

Tenerife: ¿Quién ha dicho que no se puede empezar a disfrutar del verano en el mes de marzo? Descubre las mejores playas del sur de la isla, como la Playa de Las Américas y Los Gigantes.

Con cerca de siete horas diarias de sol y temperaturas de alrededor de 22 grados, te costará creer que no estás en pleno agosto.

Valencia: Si te fascinan los petardos y los fuegos artificiales, o simplemente te gusta la fiesta como al que más, no te pierdas las Fallas este mes de marzo.

Los espectáculos pirotécnicos, los monumentos falleros y las hogueras convierten esta celebración en un escenario inmejorable para fotógrafos aficionados.

Múnich: No hace falta esperar a septiembre para saber lo que es un auténtico festival de la cerveza bávaro.

Puede que el Starkbierzeit no ocupe tantos titulares como el Oktoberfest, pero esta celebración desde luego no se anda con tonterías: la mayoría de las cervezas que sirven tienen siete grados o más.

Santorini: Cielos despejados, menos turistas por metro cuadrado y unos precios más asequibles hacen que abril sea el mes perfecto para disfrutar de este archipiélago incomparable.

Descubre los paisajes cuasi lunares de la caldera, degusta su delicioso marisco y contempla unas vistas espectaculares del Egeo sin que te las arruinen los autobuses repletos de turistas típicos de la temporada alta.

Ámsterdam: Abril es el mes de los tulipanes en Países Bajos y no hay mejor sitio para disfrutar del maravilloso espectáculo de la naturaleza que en Keukenhof, un extenso parque en la localidad de Lisse, a unos 25 kilómetros de la capital, que cada primavera se cubre con un manto formado por siete millones de flores.

Vuelve a Ámsterdam para celebrar el Día del Rey el 27 de abril y ver cómo toda la ciudad se viste de naranja para pegarse la mayor juerga del año.

Sevilla: En abril Sevilla tira la casa por la ventana con dos de los principales acontecimientos del año.

En Semana Santa, podrás vivir la gran fiesta religiosa y cultural sevillana con sus celebérrimas procesiones, sus costaleros, sus flores y sus bellísimas tallas, la mayoría de las cuales data del siglo XVII.

Dos semanas después se celebra la Feria de Abril, una ocasión perfecta para vivir la cultura andaluza con mayúsculas durante siete días en el Real de la Feria. ¡Olé!

Zadar: En el norte de Dalmacia se puede disfrutar ya a finales de abril de unas temperaturas muy agradables y unas diez horas de sol en la costa de Zadar. Cuando estés allí, no te pierdas las esculturas del Saludo al Sol o el Órgano de Mar.

Bonn: Vuela al aeropuerto de Colonia-Bonn para ver los espectaculares cerezos en flor.

Cada mes de abril las estrechas callejuelas del centro histórico se transforman en preciosos túneles de pétalos rosados y en la región se organizan festivales y mercados para celebrar la ocasión. ¡Prepara la cámara!

- Fiona Hilliard