Historias Ryanair: Una Velada Romántica En Budapest

¿Se acerca tu aniversario o el cumpleaños de tu marido, tu mujer acaba de encontrar trabajo o tienes cualquier otro motivo para recordarle a tu media naranja lo mucho que significa para ti? Siempre puedes organizar la típica cena romántica, pero ¿y si esta vez optas por algo un poquito más especial y le demuestras tu amor con una velada de las que hacen historia?

 

Mi marido y yo nos hemos propuesto explorar las ciudades más fascinantes y los tesoros más desconocidos de Europa y crear un itinerario romántico infalible que deje a tu pareja sin palabras. 

Una velada romántica en Budapest

Me gustaría empezar con un pequeño consejo. Si nunca has estado en Budapest, no sigas leyendo. Lo mejor es que abras otra pestaña en el navegador y compres unos billetes ahora mismo, porque la capital húngara es un destino imprescindible, maravilloso, asequible y romántico a más no poder.

 

Vistas del Parlamento húngaro.

Budapest es conocida como el París del Este, y es un destino perfecto para descubrir en pareja. La ribera del Danubio con la iluminación nocturna, el Castillo de Buda y el Parlamento, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Colina Gellert o el Bastión de los Pescadores convierten esta ciudad en un paraíso para los enamorados. Te aseguro que Budapest seduce a todo el que la visita y, si decides pasar allí un fin de semana, no querrás irte jamás.

 

Dónde alojarse

La ciudad está repleta de establecimientos de lujo a precios asequibles. En Budapest se encuentran hoteles de muchas de las cadenas hoteleras más importantes del mundo, pero con unas tarifas muy inferiores a las de otros destinos europeos (como París, por ejemplo).

El Corinthia Hotel.

Uno de nuestros favoritos es el Corinthia Hotel. Este grandioso e icónico edificio del siglo XIX posee una elegancia que enamora desde el primer momento. Es uno de los más grandes de la ciudad y ofrece a cada cliente el tipo de atención personalizada que normalmente encontrarías en establecimientos mucho más pequeños. Si no fuera porque la capital húngara es irresistible, me apuesto lo que sea a que muchos de sus huéspedes no pondrían un pie en la calle. Tampoco sería de extrañar, porque el hotel cuenta con un balneario perfecto para desconectar y un restaurante distinguido con una estrella Michelin que los domingos sirve el mejor brunch de todos los tiempos. 

El Kempinski Hotel.

Si te gusta hospedarte en pleno centro de las ciudades que visitas, el Kempinski Hotel es tu sitio. Está ubicado en el corazón de Pest, a solo unos pasos del Danubio. Las habitaciones son preciosas y están decoradas con litografías del escritor húngaro Imre Kertesz, ganador de un premio Nobel, aunque a lo mejor saber que estás a escasos metros de la calle comercial más importante de la ciudad te sirve de aliciente para salir al exterior. Por cierto, ese es un dato que me gusta recordarle a mi pareja, por si le surge la necesidad imperiosa de ir a comprarme un regalo. El hotel, divertido y de ambiente distendido, y su restaurante, Es Bisztro, son dos lugares idóneos para recobrar energías y seguir descubriendo una ciudad con tanto que ofrecer. 

Dónde comer

En la capital húngara hay un sinfín de opciones interesantes para comer, y en Pest la lista de lugares de moda es casi interminable. Si vas al Barrio Judío, tendrás un abanico de restaurantes, bares y cafeterías estupendos que no tienen nada que envidiar a los de Manhattan. 

Tanti Restaurant

En tu velada romántica, puedes avivar el fuego de la pasión con un menú degustación de nueve platos en Tanti, otro local reconocido con una estrella Michelin. Tanti, que significa tía en húngaro, combina técnicas gastronómicas tradicionales y modernas para crear sabores elaborados pero familiares. El local es muy agradable y el personal, de lo más atento. No exagero si te digo que quizá sea una de las grandes joyas de Budapest. Está ubicado en Buda, lo que te da la excusa perfecta para conocer la mitad más residencial de la ciudad. 

Chain Bridge

En el camino de vuelta, pasea por el Puente de las Cadenas y disfruta de las increíbles vistas de Pest (ambos lados son preciosos). 

Qué hacer

Si por algo es famosa Budapest es por sus fabulosos baños termales. De hecho, también se la conoce con el sobrenombre de la Ciudad de los Balnearios. Tienes nada menos que diez para elegir, aunque nosotros te recomendamos los Baños Szechenyi, el Balneario Gellert o el Rudas.  

(Créditos de la imagen: Attila Juhász)

Después de relajarte en uno de estos oasis urbanos, cambia el bañador por el traje de gala y ve a la Ópera Nacional de Hungría. El edificio es una maravilla y, si además puedes disfrutar de alguna representación (yo tuve la suerte de poder ver Carmen, una de mis óperas preferidas, dirigida por István Dénes), le pondrás el broche de oro a una velada inolvidable. 

 

Vuelo a Budapest