Lo mejor de Brive y alrededores

Bienvenido a Brive, una ciudad medieval pequeña pero con mucha vida situada en el valle de Dordoña, en el suroeste de Francia. Su fascinante historia y su excelente gastronomía convierten este rincón del país galo en uno de los destinos de vacaciones más solicitados año tras año. 

Abróchate el cinturón y disfrutemos juntos de un viaje por los tesoros de esta preciosa región... 

Antes de empezar a explorar la zona, te recomendamos que cojas fuerzas con un completo desayuno francés en Le Miel des Muses o, aún mejor, que te hospedes allí una o dos noches. Este céntrico hotel boutique es idóneo para aquellos que buscan un alojamiento acogedor donde sentirse como en casa, pero sin renunciar al lujo. El espacioso cuarto de baño y la apetecible bañera serán una bendición después de un largo día recorriendo la Dordoña.

Dedica una o dos horas a profundizar tus conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial en el interesante Musée Edmond-Michelet, un espacio fundado por el propio Michelet, líder de la resistencia francesa, que estuvo preso en el campo de concentración de Dachau. Este museo te permitirá emprender un viaje auténtico y único al pasado de la mano de uno de sus protagonistas. 

Vive una experiencia tradicional e inolvidable en la Maison Denoix, una destilería familiar cuya especialidad es un licor elaborado a partir de nueces y una combinación de especias cuidadosamente seleccionadas que crean una bebida exclusiva y única. La Maison Denoix se enorgullece de llevar usando la misma receta desde su fundación, hace casi dos siglos.

Disfruta del sol durante una visita guiada por los Pans de Travassac, una zona donde se extrae pizarra para la construcción de casas y edificios desde hace siglos. Conoce en primera persona esta labor artesanal acompañado por un trabajador que te explicará cómo se extrae la pizarra, cómo se refina y cómo se utiliza en la actualidad. Pasea por el parque, admira las increíbles formaciones rocosas y contempla las preciosas vistas desde los acantilados.

El Château de Turenne se encuentra a solo veinte minutos en coche de Brive y te regala unas estampas de ensueño. Enamórate de su impresionante entorno mientras exploras las callejuelas de los pueblos cercanos. Si te apetece, haz una visita a pie por uno de los muchos castillos de los alrededores o admira su belleza desde la distancia. 

Viaja en el tiempo gracias a la amplia colección del Musée Labenche. Descubre sus variadas exposiciones de arte e historia que incluyen producciones audiovisuales y objetos de interés perfectamente conservados. 

Estás en Francia, así que casi ni hace falta que te recomendemos que bebas vino (y, a poder ser, en grandes cantidades). No hay mejor lugar en el mundo para saciar la sed con una copa de vino que en la región de Dordoña, rodeado por paisajes naturales preciosos y, sobre todo, en buena compañía. Si quieres saber más sobre la industria vinícola, ve a la bodega y destilería Cave des Coteaux de la Vėzère, una pequeña cooperativa que elabora uno de los vinos más exquisitos de la región.

Haz una parada en las Grutas de San Antonio para relajarte y olvidarte por completo del estrés después de unas jornadas de turismo agotadoras. Aprovecha para admirar los magníficos paisajes y apreciar los maravillosos sonidos de este lugar sagrado. 

Si eres goloso, no puedes dejar pasar la oportunidad de conocer el obrador del célebre artesano chocolatero Eric Lamy, en pleno centro de Brive. Haz una breve visita guiada y descubre en primera persona el proceso de elaboración de este manjar. Si te apetece y tienes tiempo, apúntate a un taller de un día para conocer todos los secretos del chocolate y sentirte como un auténtico chef.

Descubre el mercado culinario de Brive que se celebra todos los sábados, un auténtico paraíso para los amantes de la buena comida. Aprovecha para comprar fruta y verdura fresca, especias exóticas, baguettes de la panadería local, queso de cabra artesanal y todas las delicias típicas de la gastronomía gala. Por cierto, te recomendamos que vayas con el estómago vacío...

- Donna Tzaneva