Si este verano tienes pensado ir a algún festival de música, sigue nuestras recomendaciones y vivirás una experiencia inolvidable.
Déjate llevar por las tendencias festivaleras, pero no te olvides de los básicos. Así que mete una chaqueta impermeable y tus gafas de sol favoritas en la mochila.
Teniendo en cuenta que te vas a pasar la mayor parte del tiempo bailando al ritmo de la música y brincando de un lado a otro, no está de más elegir unas zapatillas de deporte cómodas.
Además, te alegrarás lo indecible de haber dejado las sandalias en casa en cuanto empieces a pisar suelo embarrado o tengas que abrirte camino hasta el baño portátil a las tres de la mañana.
No te olvides del protector solar ni de llevar una gorra, sombrero o similar, suponiendo, claro está, que tu intención no sea lucir un look #cangrejo ni tener que etiquetar con ese hashtag todas las fotos que cuelgues en Instagram.
Por cierto, hablando de móviles, los cargadores portátiles te pueden sacar de más de un apuro, así que guarda uno en la mochila si tienes pensado sacar un millón de instantáneas.
Lleva dinero en efectivo (nada de tarjetas) y esconde pequeñas cantidades en sitios diferentes, así, si se te pierde un billete de diez, aún tendrás reservas para afrontar el resto del festival.
No lleves nada de valor. Es probable que acabe roto, perdido o hasta arriba de barro. Así que ya sabes, deja el iPad y los lingotes de oro en casa.
Lleva desinfectante de manos, toallitas húmedas, desodorante y un champú en seco. Recuerda que en los festivales nadie te garantiza el acceso ilimitado a agua corriente.
Sé precavido y llévate tu propio papel higiénico, a ser posible bien protegido en una bolsa con cierre hermético para que no se te moje.
Este consejo vale su peso en oro: no te olvides de dónde has puesto la tienda. Plántale una bandera customizada o algo parecido para poder distinguirla desde un kilómetro de distancia si hace falta.
Haz un par de comprobaciones básicas antes de salir de casa. Asegúrate de que la tienda es lo suficientemente resistente como para soportar cualquier condición meteorológica y de que ofrece bastante espacio para que todos podáis dormir cómodamente.
No trates de estar en todas partes a la vez. Lo más probable es que te coincidan varios horarios de actuaciones interesantes, así que no hay más remedio que planificarse.
Lo más importante es tener claro cuáles son los artistas que DE VERDAD te interesan y plantarte en los escenarios a la hora prevista para no perderte nada.
Reserva algo de tiempo para darte una vuelta por el recinto. Quién sabe, igual descubres en uno de los escenarios más pequeños a algún grupo del que (aún) no has oído hablar y que está a punto de convertirse en éxito de masas.
Bebe agua y mantente hidratado durante todo el día. Y recuerda: hay que tomar dos litros de líquido, pero el alcohol no cuenta.
No te vuelvas loco con el bebercio, sobre todo el primer día del festival, o te pasarás lo que quede de fin de semana con una resaca de campeonato.
Comprueba que llevas cargado el móvil y acordad un lugar donde encontraros en caso de que alguno de vosotros se pierda volviendo del puesto de perritos calientes.
No tengas miedo de hacer nuevos amigos festivaleros. En el camping, sé buen vecino y ten un poco de consideración con la gente que acampa a tu lado.
No te dejes la entrada en casa. No solo conseguirás que los vigilantes de seguridad te paren los pies en la entrada, sino que encima tus amigos te lo estarán recordando DE POR VIDA.
No te olvides de inmortalizar el momento. Si subes tus fotos de festivales europeos con el hashtag #ryanairstories, podrás aparecer en nuestro feed de Instagram.
- Fiona Hilliard