Un recorrido gastronómico por la Toscana

Espero que tengas el tenedor y el cuchillo preparados, y que hayas metido ropa holgada en la maleta, porque estás a punto de embarcarte en el viaje gastronómico definitivo por la Toscana.

 

A continuación, te presentamos diez auténticas delicias (el orden no significa que unas sean mejores que otras, todas son sencillamente espectaculares) que deberías probar sin falta durante tu estancia en esta preciosa región italiana.

1. Pappa al pomodoro

Un plato reconfortante como pocos.

Este plato, cuyo nombre podría traducirse como “papilla de tomate”, es una sopa espesa que probablemente no ganaría ningún concurso de belleza, pero que, según cuentan los habitantes de la región, llevan preparando las nonne toscanas con enormes dosis de cariño durante generaciones.

 

La pappa al pomodoro se elabora con los mejores ingredientes de la región, como tomates, aceite de oliva, ajo, albahaca y pan duro cortado en dados, y es un plato la mar de reconfortante, de esos que te hacen sentir bien de forma instantánea.

 

Dónde probarlo: Chianciano Terme.

2. Cinta senese

Los cerditos más apreciados de la Toscana.

Esta raza de cerdos negros, que lucen una banda blanca a la altura de los hombros (de ahí su nombre), es autóctona de la región, donde lleva nada más y nada menos que desde la época medieval.

 

La carne, ya sea curada, cocinada a la manera tradicional o en forma de dados de tocino, es exquisita y se deshace en la boca. Hasta la grasa sabe de maravilla…

 

Dónde probarlo: Il Poggio, Famiglia Gori Bartolini, Siena.

3. Carne Chianina

Un sabor insuperable.

La raza bovina Chianina se lleva criando en la Toscana más de 2200 años y es la más antigua y de mayor talla del mundo.

 

En sus inicios, este ganado se utilizaba para arar los campos de la zona; hoy en día la calidad de su carne es apreciada a lo largo y ancho del planeta.

 

Se puede servir como finas lonchas de carpaccio o picada en una sabrosa hamburguesa, y tiene un sabor puro y tierno. Es un auténtico regalo para los amantes de la carne.

 

Dónde probarla: Sinalunga.

4. Vin Santo

La bodega de Vin Santo de Vittorio Innocenti.

El Vin Santo, que los toscanos acostumbran a tomar después de las comidas, es un vino de postre de color ámbar elaborado a partir de uvas de las variedades malvasía y grechetto cuidadosamente seleccionadas, que se desecan hasta febrero o marzo y luego se dejan fermentar en barricas hasta cinco años.

 

Dónde probarlo: En la bodega del siglo XIII de Vittorio Innocenti, situada en Montefollonico.

 

Haz un tour por la casa medieval, con sus antiquísimas barricas, y, si tienes suerte, puede que el propietario te ofrezca una copa de un aterciopelado Vin Santo añejo de veinte años.

5. Pecorino toscano

El exquisito pecorino de la Toscana.

El queso pecorino toscano es uno de los alimentos básicos que se degustan en el desayuno, la comida y la cena, y es más suave, dulce y blando que sus parientes del sur, el pecorino romano, sardo y siciliano. Su sabor, mantecoso y con un toque a frutos secos, marida a la perfección con los pici (el número 7 de nuestra lista) o con una copa de un tinto intenso. O con ambos…

 

Dónde probarlo: Pienza, Siena.

6. Cantucci

Vin Santo y cantucci: una pareja muy bien avenida.

Los cantucci, conocidos como biscotti en el resto de Italia, son unas galletas de almendra que se hornean dos veces y combinan a las mil maravillas con nuestro número 4, el Vin Santo.

 

La forma tradicional de comerlos es mojados en el vino, así que olvídate del vaso de leche o el té, porque esta alternativa es una manera mucho más dulce de ponerle el broche de oro a cualquier cena.

 

Dónde probarlos: En cualquier buen restaurante o bar que sirva Vin Santo.

7. Pici

Pici hechos a mano.

Los pici no solo cuentan con decenas de páginas de Facebook dedicadas a ellos en exclusiva, sino que algunos famosos, como la actriz Sienna Miller, se han declarado ya fans incondicionales.

 

¿Y qué tienen de especial estos espaguetis gruesos y un poco aplanados? Para empezar, que se elaboran de forma totalmente artesanal. Los cocineros toscanos los preparan haciendo rodar tiras largas de masa con las manos sobre una superficie cubierta de harina.

 

Además, solo llevan dos ingredientes, harina y agua, lo que los convierte en un compañero extremadamente versátil para salsas de tomate o cremosas salsas de trufa.

 

Dónde probarlos: Siena.

8. Vino Nobile

La bodega Crociani.

Según los historiadores, el Vino Nobile de Montepulciano lleva conquistando a los amantes de los buenos caldos desde finales del siglo XVIII.

 

Para elaborarlo, se emplea la variedad de uva sangiovese (conocida en la Toscana como prugnolo gentile), y después se somete a un proceso de envejecimiento de al menos dos años que le confiere su característico sabor.

 

Dónde probarlo: Visita la bodega familiar Crociani en Montepulciano.

9. Prosciutto toscano

El delicioso prosciutto de la Toscana.

El buen prosciutto toscano es salado, de consistencia algo gomosa y se corta justo antes de servirlo en la mesa. Combina de maravilla con el pan toscano sin sal.

 

Dónde probarlo: Siena.

10. Aceite de oliva

Oro líquido.

El aceite de oliva de la Toscana tiene tantas bondades que se cree que los colonos etruscos se embadurnaban a diario con este oro líquido.

 

Dónde probarlo: Si quieres una experiencia igual de “inmersiva” (pero menos engorrosa), apúntate a una de las degustaciones de aceite de oliva que organiza Chianti Olive Oil Tours.

 

Vuelos a Pisa

 

- Fiona Hilliard