Visita Oporto y enamórate de su gastronomía

Oporto no es solo una ciudad preciosa con un montón de lugares interesantes por descubrir, sino también un verdadero paraíso para los amantes de la buena comida que nos conquista con sus enormes y riquísimos sándwiches, sus exquisitos vinos y sus apetecibles postres. Así que prepárate para embarcarte en un viaje gastronómico memorable…

Empáchate con una francesinha

La francesinha, el sándwich típico de Oporto.

Lo de “empacharse” lo decimos con conocimiento de causa, porque la francesinha es un sándwich de proporciones épicas.

 

Se dice que este plato, cuyo nombre significa “francesita”, fue inventado por un inmigrante que regresó del país galo en la década de los sesenta y quiso crear una versión lusa del croque monsieur. Y hay que reconocer que engendró una auténtica maravilla.

 

Este gigantesco sándwich de jamón york, salchichas y filete (de vacuno o cerdo) está recubierto de queso por los cuatro costados y bañado en una salsa picante elaborada con cerveza. Suele servirse sobre una cama de patatas fritas y, a veces, con un huevo frito encima.

 

La francesinha se puede tomar en casi todas las cafeterías y restaurantes de la ciudad, pero uno de los mejores locales para degustarla es Bufete Fase, un sitio animado y barato donde es el único plato de la carta.

 

Si te apetece algo más elegante, te recomendamos el Majestic Café, que tiene el honor de estar en la lista de las diez cafeterías más bonitas del mundo. En su día se reunían allí artistas y escritores, y aún retiene un aire distinguido y vintage con las paredes de espejos, los candelabros y la decoración de mármol. 

 

Recuerda ir con el estómago vacío, porque terminarse una francesinha es casi una tarea titánica.

Descubre la historia del vino de Oporto

Las colinas blanquecinas de Vila Nova de Gaia albergan un sinfín de bodegas en las que, por muy poco dinero, se puede hacer una visita guiada y una cata del que sin duda es el producto de exportación estrella de la ciudad.

Visita guiada a las bodegas de Croft.

Las bodegas Croft ofrecen tours durante todo el año que incluyen una degustación de tres vinos: Croft Pink, Reserve y Tawny 10 años.

 

No es necesario reservar, salvo que seáis un grupo numeroso; basta con aparecer por allí y unirse a la siguiente visita disponible. Hay una cada cuarenta minutos y cuesta cinco euros, cata incluida.

Datos básicos sobre el oporto para dártelas de experto

El Valle del Duero cuenta con una tradición vitivinícola que se remonta más de dos mil años atrás. Sin embargo, los orígenes del oporto son mucho más recientes, pues nació en el siglo XVIII, cuando los mercaderes ingleses empezaron a añadir aguardiente al vino para preservarlo y así poder exportarlo.

 

Básicamente, el oporto es un vino fortificado, es decir, que se le añade alcohol vínico (aguardiente) para detener el proceso de fermentación.

 

La adición de aproximadamente un treinta por ciento de aguardiente tiene lugar cuando se alcanza un nivel de azúcar idóneo (de ahí el sabor dulce característico del oporto), y luego se envejece durante un mínimo de dos años.

 

Hay seis tipos principales de oporto, dependiendo del tipo de crianza:

  • Vintage: en general, se envejece durante dos años en barrica antes de embotellarlo, para luego evolucionar entre diez y cincuenta años en botella.
  • Late Bottled Vintage: permanece de cuatro a seis años en barrica antes de ser embotellado.
  • Tawny: envejece en barrica durante un mínimo de tres años, aunque puede permanecer hasta cuatro décadas. Se recomienda disfrutarlo poco después del embotellado.
  • Colheita: un oporto vintage que envejece muchos años en barrica y se consume poco después del embotellado.
  • Blanco: se elabora a partir de variedades de uva blanca; si se mezcla con tónica y se echa un poco de hielo, es ideal para refrescarse en verano.
  • Rosado: un vino de Oporto elaborado al estilo de los rosados.

Satisface tus ansias de dulce

Dulces de dos de los locales más populares de Oporto, Miss Pavlova y La Copa.

Si Lisboa es famosa por los pastéis de nata o pastéis de Belém, unas tartaletas de hojaldre y crema que se deshacen en la boca, Oporto no le anda a la zaga en lo que a postres se refiere: en la ciudad hay locales de sobra para satisfacer nuestro mono de azúcar, como la cafetería Miss Pavlova o la heladería La Copa.

 

Ana Maio, propietaria de Miss Pavlova, empezó vendiendo sus tartas a través de las redes sociales y el éxito fue tal que terminó abriendo un local en la Rua do Almada.

 

La Copa, por su parte, se ha ganado un hueco en nuestro corazoncito con sus helados artesanos, la amabilidad de sus empleados y su preciosa terraza, que suele estar siempre a rebosar.

 

Si has empezado a notar cómo te crece el michelín solo de leer este artículo, tenemos buenas noticias: la ciudad de Oporto está repleta de colinas con pendientes pronunciadas, así que, quieras o no, vas a hacer ejercicio más que de sobra para quemar todas las calorías extras…

 

Vuelos a Oporto 

 

- Fiona Hilliard