Doce ciudades que celebran la Nochevieja por todo lo alto

La noche más mágica del calendario está a la vuelta de la esquina y este año, en lugar de tomarte las uvas viendo la tele o repetir el mismo plan de todas las Nocheviejas, ¿por qué no te lanzas a vivir una experiencia nueva y diferente? Con esa idea en la cabeza, hemos preparado esta lista de doce destinos europeos increíbles para despedir el 2019 a lo grande. En estas ciudades te esperan raves que parecen no tener fin, fiestas elegantes en las que no falta el más mínimo detalle y, por supuesto, espectáculos de fuegos artificiales que tiñen de colores el cielo y de olor a pólvora las calles. ¡Que empiece la cuenta atrás! 

Bruselas

La Place de Brouckére.

Si decides pasar la última noche del año en Bruselas, más vale que vayas con energías, porque allí dan el pistoletazo de salida a las celebraciones sobre las siete de la tarde, cuando la gente empieza a congregarse en la Place de Brouckére. Prepárate para dar carpetazo al 2019 con fuegos artificiales, DJ y espectáculos de luz y sonido, o bailando hasta el amanecer en alguna de las fantásticas discotecas de la ciudad. Si quieres información sobre espectáculos para los que hay que comprar entrada, echa un vistazo a la página de Happy Brussels.

 

Además de brindar con una copita de champán por el nuevo año, pídete unas smoutebollen (literalmente, bolas de aceite). Es verdad que no parecen una opción demasiado elegante, pero se convertirán en un aperitivo ubicuo en cuanto llegue la medianoche. Nuestro consejo es que te atiborres a ellas como si no hubiera un mañana, porque estos dulces son perfectos para empapar el alcohol y evitar que padezcas la madre de todas las resacas el día siguiente.

 

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París

La basílica Sacre Coeur, en Montmartre.

Para disfrutar de las mejores vistas de la Torre Eiffel y del increíble espectáculo de fuegos artificiales que tiene lugar con motivo del cambio de año, busca un hueco en los Campos Elíseos a partir de las nueve de la noche y prepárate para defenderlo con uñas y dientes. Si prefieres una alternativa más tranquila, ve a la plaza del Sacre Coeur, en Montmartre, desde donde hay una magnífica panorámica de la ciudad. Eso sí, también tendrás que llegar pronto para encontrar sitio.

 

Antes de las doce campanadas, pásate por un supermercado para comprar un cargamento de papillotes. Cuando el reloj marque las doce, no solo se oirá el estruendo de los fuegos, sino también el ruido incesante producido por los parisinos al desenvolver estos míticos bombones que estallan como si fueran minipetardos.

 

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Ámsterdam

Vista de la ciudad (iamsterdam).

Como cabe esperar, la ciudad más pícara del continente tira la casa por la ventana en Oudejaarsavond (Nochevieja), cuando prácticamente todos los habitantes de la capital holandesa se lanzan a las calles para celebrar el cambio de año a lo grande. Empápate del ambiente festivo único que se vive en la plaza Dam, Rembrandtplein o Museumplein. Disfruta de los castillos de fuegos artificiales en Nieuwmarkt, en el barrio chino, o desde la azotea del museo NEMO, que abre sus puertas al público expresamente para ello el 31 de diciembre. Después, exprime la noche como si fuera la última en cualquiera de las fiestas especiales que se alargan hasta bien entrado el día.

 

Cuando den las doce, ten las oliebollen preparadas… Al igual que en Bruselas, los habitantes de Ámsterdam se pirran por estas “bolas de aceite”. De hecho, no se puede desear Gelukkig Nieuwjaar en condiciones sin tener en la mano uno de estos emblemáticos dulces con trocitos de manzana y pasas.

 

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Berlín

Celebración de Nochevieja en Berlín.

La celebración de Nochevieja en Berlín es una de las más multitudinarias de Europa y atrae a más de un millón de personas con ganas de pasarlo bien. La mayoría de gente se concentra junto a la Puerta de Brandemburgo para ver los fuegos artificiales y desmadrarse en esta mastodóntica fiesta al aire libre. Cuando el espacio empieza a escasear, miles de fiesteros suben hasta Teufelsberg, al norte del Grunewald, o al Victoriapark, en Kreuzberg, para disfrutar del espectáculo desde las alturas.

 

Además de una botella de Sekt, no olvides comprar unos cuantos Berliner Pfannkuchen en una buena pastelería por la tarde del día 31. En la ciudad es tradición comer estos bollos rellenos de mermelada en Nochevieja, pero también vienen al pelo para curar la resaca del 1 de enero.

 

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Madrid

Madrid.

Los madrileños tienen fama de ser los reyes en lo que a fiestas se refiere y de ser capaces de ir a la oficina de empalmada después de una noche de juerga, así que es obvio que en la última noche del año las celebraciones van a estar a la altura.

 

La Puerta del Sol es el epicentro de la fiesta. Abrígate bien y busca tu sitio en la plaza para ver cómo baja la bola del reloj. Después, elige una de las discotecas de la ciudad y, antes de que te des ni cuenta, te estarán cegando los primeros rayos de 2020.

 

Obviamente, la Nochevieja madrileña no se concibe sin las doce uvas. Si consigues comértelas todas antes de que acaben las campanadas, tendrás por delante un año cargado de buena suerte.

 

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Roma

El Coliseo.

Sigue a la muchedumbre que se dirige a la Piazza del Popolo en la noche de San Silvestro, disfruta de los conciertos gratuitos y del espectáculo de fuegos artificiales, y reparte baci a diestro y siniestro. A medida que va subiendo el volumen en el centro histórico, estate atento a las nonnas y papas que aún mantienen viva la tradición de tirar por la ventana objetos domésticos viejos. Advertido quedas.

 

Un consejo: No te hinches durante la cena de Nochevieja porque, cuando den las doce, tendrás que celebrar la llegada de 2020 con una copa de Prosecco y una ración de lentejas con cotechino picante o zampone si quieres garantizarte un año de buena suerte.

 

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Budapest

Szilveszter en Budapest.

Las celebraciones de Szilveszter en Budapest son una mezcla de música, fuegos artificiales y tradiciones húngaras que se prolonga durante tres días. Vörösmarty se convierte en el cuartel general de la fiesta, una plaza donde se concentra una multitud de gente, con DJ y grupos de música en directo. El transporte público funciona durante toda la noche y la mayoría de bares y restaurantes organizan fiestas y eventos especiales.

 

Por cierto, el 31 de diciembre te aconsejamos que cenes ligero, en la medida de lo posible, porque el 1 de enero vas a tener que zamparte un buen plato de kocsonya (gelatina de cerdo), una tradición que promete riqueza y prosperidad en el año que empieza.

 

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Copenhague

Nochevieja con estilo en Copenhague.

Una vez que se han dejado atrás las formalidades (en concreto, ver el discurso de la reina por la tele), la Nochevieja se convierte en una fiesta descomunal. Tradicionalmente, la plaza del Ayuntamiento y el Puente de la Reina Luisa han sido dos de los puntos de encuentro más populares, aunque los Jardines Tivoli les han arrebatado el trono como epicentro de las celebraciones gracias al increíble espectáculo de fuegos artificiales que tiene lugar al dar las doce. 

 

Si quieres recibir el año como un auténtico danés, hazte con una ración más que generosa de kransekage, un pastel en forma de pirámide elaborado íntegramente con mazapán.

 

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Edimburgo

Celebraciones de Hogmanay en Edimburgo.

Las famosas celebraciones de Hogmanay de Edimburgo exigen un compromiso algo más firme que el resto de ciudades de esta lista porque se alarga durante tres días. Da comienzo el 30 de diciembre con un impresionante desfile de antorchas que recorre la histórica Royal Mile hasta llegar a Calton Hill, donde se funde con el espectáculo Son et Lumiére. El día 31, la fiesta se traslada a los jardines Princes Street, a los pies del Castillo de Edimburgo, donde se dan cita cerca de ochenta mil asistentes para presenciar el Concert in the Gardens, un evento musical al aire libre que sirve de aperitivo antes del espectáculo de fuegos artificiales. 

 

El 1 de enero, demuestra que no le tienes miedo a nada apuntándote al Loony Dook, el tradicional chapuzón en las aguas heladas del río Forth, en South Queensferry.

 

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Londres

Los espectaculares fuegos artificiales de la Nochevieja londinense.

Que la gente pague por ver unos fuegos artificiales es una prueba clara de que tus celebraciones de Nochevieja han pasado al siguiente nivel. Y eso es justo lo que ha ocurrido en la capital británica. Su increíble espectáculo pirotécnico se ha convertido en un acontecimiento tan popular que ahora solo se puede acceder con entrada. Obviamente, puedes verlos por televisión, pero no hay nada comparable a vivir en primera persona esa explosión de colorido junto al Big Ben y el London Eye.

 

La diversión no termina el 31 de diciembre. Si aún tienes tus facultades intactas el 1 de enero, aprovecha que las calles están medio desiertas para visitar los rincones más emblemáticos de la ciudad mientras el resto de la población duerme la mona en casita.

 

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Praga

La Plaza de la Ciudad Vieja.

La Nochevieja en Praga es la antítesis de una noche tranquila frente al televisor. Cuando el reloj marca las doce, se descorcha el champán, se reparten petardos en las plazas y los puentes se iluminan con millones de destellos. Si no te asustan el estruendo ni el desmadre, súmate a la locura que invade la Plaza de Wenceslao y la Plaza de la Ciudad Vieja. 

 

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Lisboa

Las célebres colinas de Lisboa.

Si quieres que te lo den todo mascadito, ve a la Praça do Comércio y disfruta de la música y los fuegos artificiales que acompañan a la cuenta atrás a orillas del río. Si prefieres organizar una celebración a tu medida, sube a las famosas colinas de Lisboa. Te llevará unos quince minutos llegar al Castelo de São Jorge, desde donde tendrás unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y de los fuegos artificiales de las localidades de Almada y Seixal al otro lado del Tajo.

 

La mayoría de fiestas se alargan hasta el amanecer. Además, en las calles de Cais do Sodré y Bairro Alto hay un ambiente increíble para celebrar la llegada del año nuevo al aire libre.

 

La tradición lusa dicta que se coman doce pasas, una por cada mes del año que está por llegar. Puede que para los amantes del vino las pasas no sean más que oportunidades perdidas, pero es lo que se estila entre los lisboetas. Así que ya sabes, pide doce deseos para que el año nuevo te traiga toda la felicidad del mundo.

 

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-Fiona Hilliard