¿Es la comida bávara la más reconfortante del mundo?

Como ya dije en mi último artículo sobre la Algovia (o Allgäu), creo que los turistas extranjeros no valoran lo suficiente ni Baviera ni su gastronomía, así que aquí estoy yo para intentar ponerle remedio a esa injusticia.

 

Comer en Baviera es un verdadero placer; todos los sitios que he probado son excelentes, la atención de los camareros, exquisita, y la experiencia en su conjunto, inmejorable.

 

Si a eso le añades que en muchos locales hay espectáculos de música tradicional en directo, ¿qué más se puede pedir?

Los platos sencillos y bien ejecutados son siempre una receta para el éxito y, cuando además los ingredientes empleados tienen tanta calidad como en esta región de Alemania, el resultado es sobresaliente.

 

Si te gusta la comida reconfortante, que te deja saciado y más feliz que una perdiz, ya tienes destino para tu próximo viaje.

Weißwurst

Reconozco que, desde el punto de vista estético, la Weißwurst no es el plato más atrayente del mundo. Es obvio que las dos o tres salchichas paliduchas que te sirven flotando en un cuenco lleno de agua y con pan para acompañar no van a petarlo en Instagram, pero que eso no te impida probarlas.

 

Estas salchichas blancas, elaboradas con carne picada de ternera y cerdo, cebolla y perejil fresco, están riquísimas y la mostaza dulce que te ponen para mojar está tan buena que dan ganas de comerla a cucharadas.

 

Yo probé esta delicia en Lila Haus, en la ciudad de Füssen, justo después de hacer una visita guiada al Castillo de Neuschwanstein. Antiguamente había una ley no escrita que establecía que la Weißwurst se tenía que comer antes de las doce del mediodía.

 

El motivo era que se elaboraba por las mañanas con carne cruda y no resistía fresca muchas horas. Ahora por suerte tenemos neveras, así que puedes comerte una (dejando la piel en el plato como manda la tradición) en cualquier momento del día.

Goulash Suppe

Si te pasas una mañana deslizándote colina abajo con los esquís y tragando cantidades ingentes de nieve, una ración de sopa de gulash generosa, saciante y deliciosa es justo lo que necesitas para entrar en calor y recobrar las fuerzas.

 

Nosotros la tomamos en Edmund Probst Haus, en la subida al Nebelhorn, un sitio con muy buenos precios que la prepara de maravilla. Si vas a este local y te apetece probar alguna otra cosa, sus hamburguesas también están para chuparse los dedos.

Käse Suppe

Cuando estuvimos en el restaurante Alpe Oberstdorf, decidimos pegarnos un festín quesero en toda regla y nos pedimos una sopa de queso como entrante, para luego lanzarnos de cabeza a por unos Käsespätzle.

 

Los Käsespätzle son probablemente mi plato bávaro preferido; son un tipo de pasta elaborada con huevo, harina y sal, cocidos y bañados en salsa de queso. Suelen ir acompañados de carne; yo me los comí con unos medallones de cerdo ultratiernos.

 

Al igual que el gulash, los Käsespätzle son un plato reconfortante que te quita todas las penas de un plumazo y que cualquiera podría comer en cantidades industriales sin cansarse.

Schweinshaxn

El Schweinshaxn (codillo de cerdo asado) es otro plato bávaro exquisito. Si lo cocinan bien, la carne está tan tierna que puedes separarla del hueso sin esfuerzo con un tenedor y la piel queda crujiente y deliciosa.

 

Se suele servir con las típicas albóndigas de patata, col roja y salsa. Lo normal es que tenga un tamaño descomunal hasta el punto de resultar intimidante y, al igual que en el caso de la Weißwurst, como mucho se llevaría el premio de consolación en un concurso de belleza, pero la verdad es que está exquisito.

 

Para apreciarlo al máximo, te aconsejo que pases un día al aire libre, subiendo montañas y luego deslizándote ladera abajo a máxima velocidad. Si estás en Oberstdorf, te recomiendo que pruebes esta maravilla de plato en el Hotel Traube.

 

Las raciones son generosas, tienen un precio razonable y, encima, unos señores con pantalones de cuero te amenizan la comida tocando música bávara con un acordeón y un bajo.

Kaiserschmarrn

El Kaiserschmarrn (que significa algo así como “la bobada del emperador”) es básicamente una tortita gruesa caramelizada, horneada en lugar de frita, y cortada en trocitos que luego se espolvorean con una generosa cantidad de azúcar glas y se acompañan de salsa de manzana caliente, compota de ciruela, nata montada, arándanos, nueces, frutas desecadas o casi cualquier cosa que se te pase por la cabeza.

 

Yo lo probé en Salober Alm después de haber ascendido una montaña en medio de una ventisca, y este exquisito postre hizo que olvidara al momento todas las penurias vividas. Si lo tomas con un chupito de licor de avellana, estarás en la gloria.

Schneeballen

Las Schneeballen (diez puntos si has adivinado que esta palabra significa bolas de nieve) son pastas redondas rellenas de mazapán o crema de sabores/ganache y con azúcar espolvoreado por encima que tienen su origen en la ciudad de Rothenburg. Cuando compré una con crema de limón en Diller, la guía me dio dos sabios consejos para disfrutarla:

  1. Tener siempre una botella de agua a mano

  2. Compartir

Te confieso que tengo una tendencia a considerar ese tipo de advertencias como una especie de reto, como si la vida fuera un concurso en el que tengo que demostrar que a zampabollos no me gana nadie... Pero la verdad es que la guía tenía más razón que un santo.

 

Las bolas de nieve están muy ricas, pero son gigantescas, están muy dulces y son más secas de lo normal, así que la textura se parece más a la de las galletas que a la de una tarta. En fin, lección aprendida.

Strudel

El Strudel ya apareció en nuestra lista de delicias gastronómicas de Salzburgo, pero es un postre que traspasa fronteras. Se trata de un pastel de hojaldre que lleva manzana, canela y salsa de vainilla, y está igual de rico en Baviera que en la vecina Austria.

Schnapps

El Enzian (licor de genciana) es una bomba que hace que te arda el estómago y te salga pelo en el pecho. Se elabora mediante la destilación de las raíces de la genciana, tiene una graduación bastante alta, posee un sabor amargo y los bávaros se lo beben tal cual. Yo creo que les gusta ofrecérnoslo a los visitantes solo para ver la cara de horror que ponemos al darle un trago.

 

Además de hacer que entres en calor de inmediato y te entre un cosquilleo por dentro, se dice que este licor favorece la digestión, una cualidad que viene de maravilla en una región donde las albóndigas de patata, el queso y el cerdo protagonizan la mayoría de menús.

 

En Salober Alm también probé un licor de avellana que me sirvió el dueño, y que estaba riquísimo. Como no estaba segura de si me sabía tan bien porque acababa de entrar en una cabaña de montaña calentita después de un ascenso bastante calamitoso, se me ocurrió comprar una botella para cerciorarme al cien por cien (por puro interés científico, claro está).

 

El resultado de la investigación es que está igual de delicioso en cualquier situación, así que sigue mi consejo y tómate unos cuantos.

Glühwein

No hay que olvidar que estás en Baviera, así que el vino caliente no puede faltar jamás de los jamases…

 

- Dee Murray

 

Vuelos a Baviera

 

Fotografías de Juliana Scodeler