Qué ver en Pafos

Pafos, en el Mediterráneo Oriental, posee unas impresionantes playas de arena blanca, además de una historia y una cultura fascinantes. Es prácticamente imposible no caer rendido a los pies de esta ciudad moderna situada a orillas del mar y repleta de restos arqueológicos, puertos de postal, tumbas antiguas, fortalezas y mágicos parajes naturales. Según cuenta la leyenda, es allí donde nació la diosa Afrodita, y supone un destino ideal para románticos empedernidos con sus aguas cristalinas, sus callejuelas pintorescas y su encanto incomparable. Aquí van siete motivos para pasar un fin de semana en esta maravillosa ciudad…

1. El Parque Arqueológico de Kato Pafos

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En el Parque Arqueológico de Kato Pafos, ubicado cerca del puerto, se pueden admirar durante horas ruinas que datan de la época romana, la Edad Media e incluso de la prehistoria, y que se cuentan entre las mejor conservadas de Europa. El parque te permite sumergirte en la vida sociocultural de los imperios griego y romano. Lo que más destaca es la impresionante colección de restos de la época romana, entre ellos cuatro villas, cada una decorada con intricados mosaicos que muestran escenas mitológicas. Es un lugar perfecto para tomarse un respiro de tanto sol y playa, y revivir diferentes etapas de la civilización humana.

2. La Roca de Afrodita

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La Roca de Afrodita, conocida oficialmente como Petra tou Romiou, emerge del mar a escasa distancia de la costa, junto a la carretera que une Pafos y Limasol, y es uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. Esta estructura natural, bautizada en honor a la diosa del amor, y la zona que la rodea atraen a un sinfín de visitantes. Relájate en la playa de guijarros de Afrodita y date un chapuzón en estas aguas que, según la leyenda, tienen el poder de otorgar energía y juventud eterna. Este rincón es un paraíso para aficionados a la fotografía y ofrece unas vistas espectaculares a cualquier hora del día.

3. Las Tumbas de los Reyes

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El tercer puesto de nuestra lista lo ocupa una enorme necrópolis ubicada cerca del centro de la ciudad y que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las Tumbas de los Reyes fueron construidas durante el periodo helenístico y romano, y conforman un laberinto de cámaras funerarias subterráneas excavadas en la roca en el Parque Arqueológico, utilizadas para llevar a cabo enterramientos entre el siglo III a.C. y el III d.C. Las tumbas, construidas sobre columnas dóricas, estaban decoradas con frescos y tanto el complejo como la zona de aspecto desértico que lo rodea ofrecen una estampa fascinante.

4. El Monasterio de Kykkos

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Prepara las botas de montaña y lánzate a los montes de Troodos en busca de este antiguo monasterio, ubicado en una cima en mitad de un paisaje repleto de pinos. Se trata del monasterio más grande y famoso de Chipre. Fue construido a finales del siglo XI, y su estructura bizantina está embellecida con numerosos adornos y metales preciosos. El monasterio alberga un museo en el que se puede admirar una colección de manuscritos y antigüedades. Planifica tu visita para que coincida con las ferias religiosas anuales que se celebran en agosto y septiembre, y ponle el broche de oro a la experiencia tomándote una copa de vino en el restaurante.

5. El casco antiguo

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El casco antiguo de Pafos es de visita obligada. Emprende un viaje al pasado y escapa del calor del mediodía dando un paseo por sus callejuelas, repletas de tabernas y tiendas tradicionales. El ambiente rústico y auténtico que reina en esta zona logra transportarte a otra época mejor que cualquier museo. Admira las casas antiguas con contraventanas de madera pintadas de azul y gris, y los pintorescos edificios que han conocido tiempos mejores. El casco es relativamente pequeño y está compuesto por un laberinto de callejuelas alrededor de la Plaza de Kennedy y el Jardín Municipal. En el centro, encontrarás una iglesia majestuosa en un lugar apartado y ajeno al bullicio de la calle comercial. Los muros decorados con grafitis, las cafeterías a la antigua usanza y los restaurantes y bares de aire tradicional contribuyen a aumentar el encanto y la personalidad del epicentro cultural de Pafos.

6. El Castillo de Pafos

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El Castillo de Pafos, cuyos cimientos están enterrados en el mar, fue erigido en la zona occidental de la ciudad como una fortaleza bizantina para proteger el puerto. La estructura medieval se compone de una enorme torre de planta cuadrada con un patio interior y es un ejemplo del estilo predilecto de los gobernantes que Chipre tenía en aquella época. En la actualidad, se celebran eventos culturales y festivales con el castillo como telón de fondo, y es una atracción turística muy popular que permite conocer la historia militar de la ciudad. Si vas a visitarlo, aprovecha para recorrer el paseo marítimo y el Parque Arqueológico, ambos situados muy cerca del castillo.

7. El lago salado de Lárnaca

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Deja atrás el asfalto y explora la naturaleza y el lago salado de Lárnaca, una red de cuatro lagos donde habitan numerosas aves migratorias y que alberga una flora única. En invierno podrás ver flamencos, y en verano el calor hace que el agua se evapore y deje costras salinas repartidas por toda la zona. Antiguamente la sal se recogía y era uno de los principales productos de exportación de la isla. Pasea por los cuatro kilómetros de ruta natural y descubre el antiguo acueducto de Kamares. Lárnaca es sin duda uno de los destinos ineludibles para cualquiera que visite Pafos.

 

Si vas a viajar a Chipre dentro de poco, etiquétanos en tus fotos de los lugares más interesantes de Pafos utilizando el hashtag #ryanairstories y podrás aparecer en los perfiles de redes sociales de Ryanair.

 

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- Lucy Norris