Historias Ryanair: Una velada romántica en Ámsterdam

¿Se acerca tu aniversario o el cumpleaños de tu marido, tu mujer acaba de encontrar trabajo o tienes cualquier otro motivo para recordarle a tu media naranja lo mucho que significa para ti? Siempre puedes organizar la típica cena romántica, pero ¿y si esta vez optas por algo un poquito más especial y le demuestras tu amor con una velada de las que hacen historia?

 

Mi marido y yo nos hemos propuesto explorar las ciudades más fascinantes y los tesoros más desconocidos de Europa y crear un itinerario romántico infalible que deje a tu pareja sin palabras. Sabemos que no es una tarea fácil, pero estamos dispuestos a “hacer el esfuerzo” por ti.

 

A lo mejor estás pensando que, viviendo en Madrid, no te puedes plantar en Ámsterdam como si nada para celebrar un aniversario. En ese caso, permítenos que citemos las sabias palabras del expresidente estadounidense Barack Obama y te digamos “sí que puedes”.

 

Poder volar a cualquier destino europeo por muy poco dinero simplifica mucho lo de viajar (gracias por existir, Ryanair). Además, te permite invertir casi todo tu presupuesto en algún que otro capricho durante las vacaciones, como hicimos nosotros recientemente en nuestra escapada a Ámsterdam.

Una velada romántica en Ámsterdam

¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza cuando piensas en Ámsterdam? Sexo, drogas y rock and roll… y puede que también tulipanes. Pues eso es justamente lo que te vamos a proponer (bueno, con alguna variación).

SEXO (o, más bien, romance)

Empieza por elegir un sitio espectacular donde pasar la noche. La ciudad está llena de alojamientos fantásticos, desde pequeños hoteles boutique hasta divertidas casas flotantes. Sean cuales sean vuestros gustos, en la capital holandesa hay un sitio perfecto para que os sintáis como en casa.

 

Yo me sentí así nada más entrar en el Seven One Seven Hotel, situado en uno de los canales más bonitos de Ámsterdam (Prinsegracht 717). Bueno, igual lo de sentirme como en casa no es del todo acertado; al fin y al cabo, en casa no tengo chimenea, ni cada objeto decorativo destila elegancia y calidez, ni tengo un recepcionista sonriente dispuesto a hacer realidad todos mis deseos.

 

Después de tomar una copa de champán en la magnífica recepción del hotel, subimos a nuestra suite, que llevaba por nombre Charles Dickens (hay nueve habitaciones de estilo histórico). A mí me conquistó y me dieron ganas de no salir de allí en toda la noche. Sin embargo, a pesar de que la suite era perfecta para dar rienda suelta a la pasión, teníamos mesa reservada para cenar, así que nos vimos obligados a abandonar el hotel… casi a regañadientes.

DROGAS (o, como nos gusta llamarlas, comida exquisita y un buen vino)

En Ámsterdam hay numerosos restaurantes galardonados con estrellas Michelin, así que no es difícil encontrar un sitio en el que daros un buen homenaje. Nosotros reservamos en &samhoud places, un local donde pudimos sumergirnos en el mundo del chef Moshik. Cada uno de los platos del menú degustación, que bebe de los sabores y las gastronomías de todo el mundo, nos permitió embarcarnos en un viaje culinario memorable.

 

Este local, situado junto al Oosterdok, ofrece unas vistas incomparables del centro de la ciudad gracias a sus enormes ventanales. El menú nos sorprendió muy gratamente con una combinación nueva de sabores y texturas. Además, hay que destacar el creativo maridaje, tan original y exótico como la propia cocina. Solo podemos decir: ¡bravo!

 

Consejo: Volver andando a nuestro hotel después de cenar nos dio la oportunidad de empapamos de la magia de la ciudad, con sus verdes parques, sus canales, el tenue brillo de las farolas y los pintorescos edificios alineados uno junto al otro. Al igual que en el &samhoud places, todos los ingredientes de esta maravillosa ciudad contribuyeron a crear una velada increíble. Mi marido incluso me sorprendió con un ramo de tulipanes en la habitación cuando volvimos. Ahí ganaste muchos puntos, Olav.

Rock and roll

Al otro lado del canal, os espera una auténtica joya llamada Bourbon Street, un bar en el que una banda estupenda ameniza la velada tocando los grandes éxitos de las décadas de los setenta, ochenta y noventa. La entrada solo cuesta cinco euros y os permite disfrutar de una noche entera de diversión (y, cuando digo una noche entera, va en serio: nosotros nos fuimos a las cuatro de la mañana y el grupo seguía dándolo todo sobre el escenario).

 

¿Tienes algún consejo para organizar una escapada romántica en Europa?

 

Vuelos a Ámsterdam

 

-Karyn Gorman y Olav Adami