El lado oscuro de Dublín: cinco atracciones de la capital irlandesa que te pondrán los pelos de punta

Si te gustan las emociones fuertes y disfrutas visitando casas encantadas o codeándote con fantasmas horripilantes, no te pierdas esta lista en la que hemos recopilado algunas de las atracciones más aterradoras de la capital irlandesa.

 

Prepárate para pasártelo de miedo en tu próximo viaje a Dublín…

El Castillo de Malahide

En sus ochocientos años de historia, el Castillo de Malahide ha dado pie a infinidad de historias escalofriantes y cientos de relatos de sucesos cuando menos inusuales o incluso paranormales. De hecho, se dice que en este castillo, situado al norte de Dublín, viven nada más y nada menos que seis inquilinos fantasmales.

 

Uno de los residentes que se deja ver con más frecuencia es Puck, el fantasma de un bufón que se enamoró de una dama llamada Elenora Fitzgerald. A lo largo de los años, muchos empleados y visitantes han asegurado haberle visto e incluso han logrado captar su rostro en algunas de las fotografías tomadas en el castillo.

 

Otro de los moradores más célebres es Miles Corbet, sentenciado a muerte por crímenes cometidos en tiempos de Oliver Cromwell (líder de la conquista de Irlanda en el siglo XVII). El fantasma del ajusticiado aparece habitualmente vestido de soldado y a lomos de un caballo, pero en cuanto alguien se le acerca su cuerpo se desmiembra y desaparece sin dejar rastro.

 

Durante Halloween, el castillo organiza eventos especiales para gente de todas las edades. Si quieres obtener más información, visita su página web.

El pub de los sepultureros

No hace falta darle muchas vueltas a la cabeza para entender por qué este pub, fundado en 1833 por John Kavanagh y que aún a día de hoy dirigen descendientes de la misma familia, empezó a ser conocido como The Gravediggers (los sepultureros).

 

El local está ubicado justo al lado del cementerio de Glasnevin y, a lo largo de los años, ha sido protagonista de numerosas leyendas urbanas, entre ellas, la que habla de una compuerta secreta a través de la que se pasaban jarras de cerveza a los trabajadores del cementerio para amenizarles en lo posible la jornada laboral.

 

Otra de las leyendas que ha llegado a nuestros días habla del fantasma de un anciano bien vestido, con anteojos y barba, que se aparece con frecuencia sentado a una mesa en una esquina y tomando una cerveza, hasta que alguien se acerca para hablar con él y el hombre se desvanece como si fuera humo.

 

Dejando a un lado las historias de fantasmas, The Gravediggers se enorgullece de servir unas cervezas excelentes, de las mejores de todo Dublín, y de haber conservado la decoración interior prácticamente intacta desde sus inicios.

 

Además, en el pub no hay televisores ni ponen música, lo que lo convierte en un local estupendo para todo aquel que quiera tomarse algo tranquilamente en un entorno auténtico.

 

Dirección: John Kavanagh, The Gravediggers, 1 Prospect Square, Dublín 9.

La Biblioteca Marsh

La Biblioteca Marsh, situada junto a la Catedral de San Patricio, fue fundada a principios del siglo XVIII y es la biblioteca pública más antigua de todo el país. En este lugar, los relatos aterradores no se encuentran solo en las páginas de los libros.

 

Según dice la leyenda, el edificio está encantado y por él vaga el fantasma de su fundador, el arzobispo Narciso Marsh.

 

La verdad es que, con sus estanterías infinitas, sus escaleras antiguas con ruedas y sus “jaulas de lectura” victorianas, la biblioteca tiene todos los ingredientes necesarios para protagonizar un relato de miedo.

 

Cuentan que Grace, la sobrina de diecinueve años de Marsh, a quien el arzobispo había criado desde pequeñita y que por aquel entonces trabajaba como ama de llaves para él, se enamoró y planeó escaparse con un hombre al que el clérigo no consideraba adecuado.

 

La mañana en que la joven y su amante huyeron, Grace escribió una nota a su tío en la que le explicaba su decisión y le pedía perdón. Con la esperanza de que, para cuando el arzobispo encontrara la nota, ya no estuviera a tiempo de detenerla, la escondió en uno de los miles de tomos de la biblioteca.

 

Marsh murió sin haber encontrado la nota y su fantasma sigue buscándola sin descanso, golpeando mesas, haciendo temblar barrotes y pasando las páginas de los libros frenéticamente.

 

Por si contar con un fantasma no fuera suficiente, el hecho de que el dublinés Bram Stoker, “padre” de Drácula, fuera uno de sus visitantes asiduos no ha hecho más que acrecentar el aura de misterio de esta biblioteca.

 

Dirección: Biblioteca Marsh, St Patrick’s Close, Dublín 8, entrada gratuita.

El recorrido en autobús más aterrador

Para empezar, una advertencia: el Gravedigger Ghost Bus Tour no es apto para miedosos. El recorrido de este autobús fantasmal, de dos horas de duración, tiene lugar al amparo de la noche y comienza en el Trinity College, donde los asistentes escuchan macabros relatos sobre la peste y las atrocidades de la época medieval.

 

Desde ahí, los valientes continúan hacia la Iglesia de San Audoen, en el antiguo emplazamiento de la prisión “The Black Dog” (el perro negro), también conocida por los lugareños como “Infierno”.

 

Después, los guías relatan diversos sucesos terroríficos sobre Kilmainham, el cementerio Bully’s Acre, el parque conmemorativo Croppies Acre y la Iglesia de San Michan.

 

La última parada de este circuito escalofriante es la plaza Prospect Square de Glasnevin, donde se toman una bebida gratis en el Gravediggers Pub, el bar de los sepultureros del que te hemos hablado en este artículo.

 

Con las historias de los ladrones de cadáveres aún resonándote en los oídos, llegarás sano y salvo de vuelta al punto de partida, en el centro de la ciudad, sobre las diez de la noche. Que sueñes con los angelitos…

 

Para reservar plaza u obtener más información, visita The Gravedigger Ghost Bus Tour.

El Dublín de Drácula

El novelista Bram Stoker, autor de Drácula, nació en el barrio de Clontarf en 1847 y gran parte del Dublín victoriano que él conoció aún pervive en nuestros días. Puedes seguir la estela de este escritor en la casa en la que nació y pasó sus primeros años, en 15 Marino Crescent, o ir a conocer 30 Kildare Street, donde vivió de adulto.

 

Desde ahí, dirígete al Trinity College, donde un joven Abraham Stoker se licenció en Matemáticas y fue auditor de la Sociedad de Historia y presidente de la Sociedad de Filosofía. El Castillo de Dublín es la siguiente parada de la lista, un lugar en el que Stoker trabajó como funcionario.

 

Se cree que ese escenario le sirvió de inspiración para crear el castillo de la ficción de su celebérrima novela. Para terminar el recorrido, visita la Iglesia de Santa Ana, en Dawson Street, un precioso templo barroco en el que Stoker contrajo matrimonio con la que fuera novia de Oscar Wilde, Florence Balcombre, en 1878.

 

Vuelos a Dublín

 

- Fiona Hilliard