Cinco joyas de la gastronomía cretense

Creta, la más grande de las islas griegas, es célebre por sus espectaculares playas de arena dorada y sus calurosos veranos. Sin embargo, lo que más me gusta de este paraíso en la tierra es, sin lugar a dudas, su gastronomía.

 

La cocina cretense no se caracteriza por ser demasiado sofisticada ni por utilizar ingredientes rebuscados. Muy al contrario; las hierbas silvestres y las verduras constituyen la base de la mayor parte de sus platos, en los que el aceite de oliva, usado sin ningún tipo de remilgo, es un elemento omnipresente.

 

La dieta de la isla está considerada una de las más saludables del planeta y los cretenses están convencidos de que es la clave de su buena salud y longevidad.

 

Dejando a un lado los posibles beneficios de este tipo de alimentación, no se puede negar que la cocina cretense es un auténtico regalo para el paladar. Si tienes pensado visitar la isla, no se te ocurra marcharte sin haber probado antes estos cinco manjares.

Dakos

El dakos, una especie de bruschetta a la griega, se compone de un biscote, normalmente de cebada y de forma redondeada, que se hornea varias veces y se guarda durante meses. Luego se impregna con una cucharada o dos de aceite de oliva y se le añade tomate triturado, queso feta desmenuzado y orégano.


Es un aperitivo perfecto, crujiente, ligero y sabroso. Los cretenses suelen tomarlo entre las dos y las tres del mediodía, antes de echarse una pequeña siesta.

Consejo: El pan puede estar algo duro, así que dale tiempo al aceite de oliva para que lo empape bien antes de darle el primer bocado.

Gyros y souvlaki

Cualquiera que visite Grecia tiene que probar un gyros o un souvlaki, dos platos cuya base es la carne asada (normalmente de cerdo y a veces de pollo) que se sirven en restaurantes y, sobre todo, en puestos de comida callejera.

 

La carne del gyros se prepara en una especie de horno vertical similar al que se usa para hacer el kebab, suele llevar ajo y orégano, y se sirve en un pan pita con cebolla y tomate. El souvlaki consiste en pequeños dados de cerdo ensartados en una brocheta.

Consejo: Si no te lo traen, pide un poco de tzatziki como acompañamiento; es una salsa tradicional griega elaborada con yogur, pepino, ajo, sal, aceite de oliva, vinagre de vino tinto y eneldo.

Meze

En Creta es tradición que las familias se sienten a la mesa entre las nueve y las diez de la noche para compartir una selección de aperitivos conocida como meze.

 

Se sirven platos fríos y calientes, y el concepto es muy similar al de las tapas, aunque con ingredientes diferentes. Algunos de los aperitivos típicos son: aceitunas, souvlaki, hummus, tashi (pasta de sésamo), queso halloumi, stifado (un guiso típico) y lomo de cerdo lountza.

Consejo: No hace falta que os sirváis vuestra ración aparte; en Grecia la costumbre es ir picando todos del mismo plato.

Ensalada griega con un toque cretense

El graviera, un queso amarillo duro, y el myzithra, un queso blanco cremoso, son dos especialidades cretenses que suelen sustituir al feta en las célebres ensaladas griegas de tomate, pepino, pimiento y cebolla.

 

Es muy probable que veas este plato en la carta de la mayoría de tabernas tradicionales griegas, muchas veces acompañado de un trozo de pan tostado para que no pases hambre hasta la hora de la cena.

Consejo: Busca algún restaurante que sirva la ensalada griega con alcaparras, un alimento típico de Creta y Santorini que le da un toque riquísimo.

Raki

Los cretenses no suelen comer postre, sino que lo habitual es que brinden al terminar la comida con un chupito de raki, un licor de 37,5 grados solo apto para valientes que se obtiene de la destilación de uvas prensadas.

 

Se dice que esta bomba despeja la mente y no provoca resaca, y se suele ofrecer gratis en los restaurantes como bebida de bienvenida o para ponerle el broche de oro a la comida.

Consejo: Si no te entusiasma, no te lo bebas; de lo contrario, es posible que el camarero te rellene el vaso al verlo vacío.

 

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- Jessica Fogarty