Descubre siete lugares únicos en Praga para sacar tu mejor selfi

Cuesta creer que hace treinta años la capital checa, un lugar con una historia y una cultura fascinantes, aún fuera una gran desconocida entre los viajeros europeos.

 

La cosa ha cambiado radicalmente y hoy en día es uno de los destinos urbanos más populares que atrae a millones de turistas deseosos de admirar su arquitectura gótica y descubrir sus rincones más icónicos.

 

A continuación te presentamos siete lugares increíbles en los que podrás hacerte unos selfis espectaculares, así que prepara la cámara…

Castillo de Praga

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El Castillo de Praga tiene el honor de ser el más grande del mundo (de hecho, podría pasar perfectamente por un pequeño pueblecito) y en su día acogía los gabinetes de monarcas checos, emperadores romanos y presidentes de la República Checa.

 

Con sus 570 metros de largo y 128 metros de ancho, se alza majestuoso en una colina sobre la Ciudad Vieja, y en él destaca principalmente la Catedral de San Vito, una estructura gótica del siglo XIV adornada con unas gárgolas de aspecto terrorífico y maravilloso a la vez.

 

Se trata de la atracción turística más visitada de Praga. Ten la cámara a mano para inmortalizar el cambio de guardia, que tiene lugar cada hora en punto desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche.

 

Otro de los lugares imprescindibles es la Torre de la Campana, el punto más alto del castillo, desde donde se tienen unas vistas panorámicas espectaculares.

 

Hay determinadas zonas para las que es necesario comprar entrada, pero se puede recorrer el recinto amurallado y parte de la catedral de manera gratuita.

 

Consejo: Antes de marcharte, haz una parada en el Callejón de Oro, donde se suceden las tiendas más coloridas y caras de toda la ciudad, y que antaño alojaba a los guardias de palacio; y otra en la sala del trono de los reyes de Bohemia.

Puente Carlos

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Disfruta de unas vistas de cuento de hadas desde este puente gótico del siglo XIV que une las dos orillas de Praga.

 

Es uno de los monumentos más reconocibles de la ciudad y constituye la principal ruta peatonal hasta el Castillo de Praga, que se eleva sobre él, así que prepárate para lidiar con una muchedumbre de turistas en las horas más concurridas.

 

En el puente hay dibujantes, músicos y puestos de recuerdos; párate un ratito para impregnarte de su ambiente y maravillarte con los elegantes edificios que se suceden en la ribera del Moldava.

 

Consejo: Fíjate en las 75 estatuas que decoran el puente. Aunque en la mayoría de los casos se trata de réplicas, puesto que las originales resultaron dañadas en varias inundaciones, la más antigua e interesante es la de San Juan Nepomuceno.

 

Sigue la tradición y tócala mientras pides un deseo.

Plaza de la Ciudad Vieja

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Descubre la Plaza de la Ciudad Vieja, con sus impresionantes edificios de colores pastel, y que alberga algunos de los mejores restaurantes, bares, tiendas, galerías y museos de Praga.


Es uno de los lugares imprescindibles de la capital checa y una de las zonas más animadas. Sigue el ejemplo de lugareños y turistas, y siéntate a cenar tranquilamente al aire libre o curiosea por los puestos del mercado.


En la plaza, que data del siglo XI, se pueden admirar fascinantes construcciones románicas y góticas, entre las que destacan la Iglesia de Nuestra Señora de Týn y la Torre del Reloj Astronómico.

 

Consejo: Praga es unos de los destinos más populares para pasar las Navidades. Durante los meses de diciembre y enero, la Plaza de la Ciudad Vieja se transforma en un lugar de fantasía.

 

Empápate del ambiente festivo y disfruta viendo cómo los edificios parecen cobrar vida con las luces centelleantes.

Reloj astronómico

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El Antiguo Ayuntamiento lleva siglos despuntando en la Plaza de la Ciudad Vieja. Su increíble reloj astronómico, que data de la Edad Media, incluye figuras alegóricas animadas y es uno de los relojes más elaborados y antiguos jamás fabricados.

 

Fue instalado por primera vez en 1410 y reconstruido en 1490. Todos los días, a cada hora en punto entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, tiene lugar un espectáculo sin igual que congrega a una multitud a los pies de la torre.

 

Un gallo cacarea y la campana de la torre empieza a repicar mientras los doce apóstoles inician su tradicional procesión.

 

Consejo: Sube hasta lo alto de la torre, de 70 metros, para disfrutar desde el mirador de unas vistas incomparables de la plaza y sacar unas instantáneas de concurso.

Casa Danzante

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Es prácticamente imposible pasar al lado de la Tančící dům (Casa Danzante) y no volver la vista sorprendido.

 

Esta construcción moderna y singular del siglo XIX, situada en la ribera del Moldava, está rodeada de edificios históricos y destaca por sus originales formas curvas.

 

En la planta superior se encuentra uno de los mejores restaurantes de la ciudad, el Ginger and Fred, bautizado en honor a la célebre pareja de bailarines y desde el que se pueden admirar el Puente Carlos y el Castillo de Praga.

 

Consejo: Si decides hacer un tour en barco por la ciudad, podrás sacar una foto estupenda de la Casa Danzante desde el río.

Plaza de Wenceslao

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La Plaza de Wenceslao tiene una forma alargada, por lo que parece más una amplia avenida que una plaza, y atrae a numerosos visitantes por su oferta de ocio, sus comercios y su ambiente nocturno.

 

En sus orígenes, hace unos 650 años, era un gran mercado de caballos, y en la actualidad acoge desfiles, manifestaciones y celebraciones (puede dar cabida a 400 000 personas).

 

En lo más alto de la plaza se encuentran el imponente Museo Nacional y la espectacular Ópera Estatal de Praga. Frente al museo se alza una estatua ecuestre de San Wenceslao, el monumento más fotografiado de la plaza.

 

Consejo: Uno de los tesoros que oculta la Plaza de Wenceslao es el Triton Restaurant, un restaurante íntimo decorado a modo de cueva (estalactitas incluidas) que sirve platos tradicionales checos.

 

Reserva con antelación para disfrutar de una velada romántica a la luz de las velas.

Barrio Judío

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El Barrio Judío, conocido como Josefov y situado entre la Plaza de la Ciudad Vieja y el río Moldava, acoge algunos de los edificios más interesantes de Praga.

 

Su convulsa historia se inició en el siglo XIII, cuando la población judía se vio obligada a dejar sus casas y establecerse en el barrio, con la prohibición de residir en cualquier otra zona de la ciudad.

 

A finales del siglo XVIII se derruyeron varios edificios, pero, por suerte, las construcciones históricas más significativas se salvaron y en la actualidad siguen en pie, dando testimonio del pasado de la comunidad judía en Praga.

 

No te pierdas las seis sinagogas, la Sala Ceremonial o el antiguo cementerio judío, sin duda el más llamativo de toda Europa.

 

Consejo: Haz un tour guiado para conocer la historia única de este barrio.

 

Vuelos a Praga

 

- Jessica Fogarty