A nadie en su sano juicio le puede parecer mal plan hacer una escapadita a una isla, ¿verdad? Y cuanto más remota e inexplorada, mucho mejor.
Si ahora que se acerca el verano aún no tienes ni idea de dónde pasar las vacaciones, echa un vistazo a estos nueve paraísos europeos y seguro que encuentras inspiración para elegir tu próximo destino.
A Formentera, la más pequeña y menos conocida de las Islas Baleares, se puede llegar en ferri desde Ibiza, con la que poco o nada tiene que ver.
En Formentera no encontrarás macrodiscotecas, marabuntas de fiesteros ni raves en la playa hasta las tantas de la madrugada, sino playas de arena blanquísima, pinares que lo impregnan todo de un aroma dulzón, dunas, exquisito marisco, aguas cristalinas y probablemente hasta un poco de paz interior.
¿Qué más se puede pedir?
Las Islas Lofoten son uno de los lugares más recónditos que puedes encontrar en Europa. Están situadas al norte de Noruega, a varias horas en coche desde el aeropuerto de Oslo (y no te quepa duda de que el largo trayecto vale la pena).
En este archipiélago puedes disfrutar de la aurora boreal en invierno, del sol de medianoche en verano y de una belleza virgen indescriptible que hará que se te encoja el corazón.
El archipiélago de Malta está compuesto por tres pequeñas islas en pleno Mediterráneo. Malta es la más extensa; allí se encuentra la capital del país y también es, de lejos, la que más turistas recibe.
A poca distancia en ferri tienes Gozo, un lugar más tranquilo, rural y apacible, una maravilla de isla a la que no podrían haberle puesto un nombre más apropiado.
Îles d’Hyères es un archipiélago formado por cuatro pequeñas islas en la costa mediterránea francesa.
La mayor parte del territorio de Porquerolles, la más extensa de las cuatro, fue declarada parque nacional y zona de conservación a principios de la década de los setenta.
Allí podrás descubrir cómo era la Riviera antes de convertirse en un imán de turistas. Vete preparando, porque los paisajes son de película.
Por cierto, si eres de los que odian cargar con equipaje cuando se van de vacaciones, te alegrará saber que Île du Levant es una isla naturista.
Lo creas o no, Escocia tiene algunas islas paradisíacas y Colonsay, en las Hébridas Interiores, es una de las más bonitas.
No esperes encontrarte un clima tropical (al fin y al cabo estás en Escocia), pero sí aguas cristalinas, playas de arena, acantilados espectaculares, especies raras de flora y fauna, y una belleza casi virgen (la isla solo tiene cien habitantes) que seduce a todo el que la visita.
Si te apetece alejarte del mundanal ruido durante una escapada, en pocos lugares encontrarás tanta paz y tranquilidad como en esta pequeña isla. Viaja a Glasgow y recorre parajes espectaculares hasta Oban, desde donde parte el ferri.
Las Islas Cíes, también conocidas como el Caribe gallego, fueron bautizadas por los romanos como las Islas de los Dioses, y basta echar un vistazo a sus playas de arena blanca y a sus aguas color turquesa para entender el motivo.
La Playa de Rodas, que conecta dos de las islas, es el lugar que te viene a la mente cuando piensas en una playa paradisíaca.
Tanto las islas como las aguas que las rodean son reserva natural protegida (de hecho, el ochenta por ciento del parque es marítimo) y, si logras reunir fuerzas suficientes como para levantarte de la tumbona e ir a explorar un poco, podrás disfrutar de rincones vírgenes imponentes.
Eso sí, el turismo en las islas está restringido y hay un máximo de personas que pueden visitarlas cada día, así que reserva plaza con bastante antelación.
Estrómboli, en la costa norte de Sicilia, es una de las ocho Islas Eolias italianas y alberga uno de sus tres volcanes activos.
Las explosiones de fuego y lava del volcán se repiten constantemente y muchas veces pueden verse desde la distancia, lo que le ha valido el sobrenombre de El Faro del Mediterráneo.
La isla sirvió de inspiración a J. R. R. Tolkien para crear Mordor y también quedó retratada en el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne.
Un dato curioso: entre los visitantes habituales e ilustres de esta isla bella y única están los diseñadores Dolce y Gabbana.
Belle-Île-en-Mer (Isla Bella) es otra de las joyas de las que puede presumir el país galo. Está situada cerca de la costa bretona y tiene sesenta playas imponentes donde descansar al sol y olvidarte del estrés del día a día.
Es un lugar precioso, con tranquilos pueblecitos pesqueros, antiguas fortalezas, paisajes salvajes, una gastronomía exquisita e incluso un festival de ópera que se celebra cada año durante el mes de agosto.
Además, es muy fácil llegar a la isla gracias a los ferris que salen de Lorient a diario. Cuando estés allí, prueba la langosta.
São Miguel es la más extensa y poblada de las Islas Azores, así que en el archipiélago portugués podrías encontrar destinos más recónditos, pero eso no quita que siga siendo uno de los lugares europeos menos conocidos.
Haz senderismo hasta su impresionante caldera volcánica, monta en barco para avistar ballenas, báñate en sus fuentes termales, descubre sus desfiladeros y prueba platos preparados en hornos subterráneos con calor volcánico… Esta isla es perfecta para todo aquel que disfrute con las escapadas activas.
- Dee Murray
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