Ocho razones para visitar Fez (y enamorarte de ella)

Es posible que a estas alturas del otoño te apetezca ya que vuelva el calor. Empiezas a mirar a dónde puedes ir en su búsqueda y de la lista de destinos, hay uno que te llama la atención: Fez. Tres letras que guardan mucho en su interior, pero hay que estar dispuesto a descubrirlo. Nosotros te vamos a dar suficientes razones para sacarte de dudas y para que visitar Fez se convierta en una necesidad.

Exotismo cercano

Puede que parezcan dos conceptos totalmente antagónicos, pero la verdad es que nuestra primera razón para visitar Fez es explorar su exotismo. A poco más de dos horas de avión desde cualquier aeropuerto de España se esconde una ciudad con un idioma, tradiciones y gastronomía tan diferentes que te parecerá que te hayas transportado al lejano oriente. ¡A veces no hace falta volar lejos para tener un choque cultural!

Degustar la gastronomía marroquí

Aunque no seas un foodie de manual, degustar la gastronomía marroquí es una excusa perfecta para visitar Fez. En el interior de la Medina hay muchas panaderías con deliciosos dulces expuestos, todos caseros. El tipo de pan más popular en Marruecos es el khobz, un pan plano y redondo que hornean para restaurantes y riads locales, y es muy posible que veas a las mujeres llevarse la masa cubierta por paños para hornearlo en casa.

Para nosotros, la gastronomía marroquí tiene las tres B: es buena, bonita y barata. Esto se debe a que en algunas carnicerías tienen colgando la mercancía del día, lejos de refrigeradores, pero eso significa que es fresca. Una vez la pruebas, te olvidas de este pequeño detalle y disfrutas de la explosión de sabor.

No puedes irte de Fez sin probar el té marroquí, prácticamente la bebida nacional, ni los jugos de caña de azúcar que te preparan en las calles, utilizando el motor de una motocicleta como fuente de energía para la licuadora. Ambos tienen una cosa en común, y es el subidón de azúcar que te aportan, ideal para seguir caminando por las calles de la ciudad antigua.

Perderse por la Medina más antigua del mundo

Es imposible quedarse en Fez sin mencionar su inmensa medina, Fes-El-Bali, fundada como capital entre 789 y 808 DC. Clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, ahora es una de las cuatro ciudades imperiales conservadas más antiguas de Marruecos, además de ser la medina más grande y antigua del mundo. Para entrar, muy seguramente cruces por debajo de la Puerta Azul para adentrarte en una de las zonas urbanas libres de coches más grandes del mundo.

Y la verdad, no los echarás de menos, porque tus sentidos se volverán locos con la cantidad de olores, colores y situaciones que irás encontrando a medida que avances por las laberínticas calles de los zocos. Estate atento, si escuchas a los porteadores gritar balak, pégate a la pared para cederles el paso.

Es posible que espontáneos se te presenten y ofrezcan como guías de la ciudad, recházalos amablemente si no quieres tener que abonarles su propina al final del recorrido. ¡Nadie se ha quedado encerrado en la medina por no encontrar la salida!

Disfrutar de la arquitectura árabe

Si has estado en Granada ya sabrás de qué hablamos. En Fez hay gran cantidad de museos, madrazas y mezquitas que son un regalo para la vista por sus trabajados arcos de madera y la decoración con azulejos. Aunque no es posible entrar en las mezquitas como en otros países musulmanes como Emiratos Árabes o Turquía, verlas desde fuera ya es una preciosidad, como es el caso de la mezquita Karaouine, que se esconde entre las calles de la medina y alberga en su interior la universidad más antigua del mundo.

Desarrolla tus dotes fotográficas

Cualquier ciudad marroquí es un regalo para los amantes de la fotografía de calle. En una escapada a Fez encontrarás mil y una oportunidades para sacar tu cámara, ya que allí dónde mires habrá alguna situación cotidiana que merece ser fotografiada. Recuerda tratar a la gente con respeto, pues a nadie le gusta sentirse un mono de feria. Nosotros siempre recomendamos sonreír y preguntar si puedes hacer la foto.

Conocer varios oficios

Una de las imágenes más famosas de Fez son las curtidurías al aire libre, en donde los artesanos trabajan y tiñen el cuero. Sabes que te estás acercando porque el olor es cada vez más fuerte. Los locales te ofrecerán hojas de menta para que las huelas y mitigarlo, pero es posible que luego te quieran cobrar. Respira hondo, y aguanta, porque ver la curtiduría Chouwara desde arriba es espectacular.

Además de trabajar el cuero, en las calles de la medina encontrarás diversos artesanos que trabajan la cerámica, el cobre o la henna.

Vistas desde las alturas

Si hay algo que nos encanta es ver las ciudades desde arriba, para hacernos una idea de su extensión. Date un paseo hasta las tumbas Merenid, unas ruinas del siglo XIV desde donde se tienen las mejores vistas panorámicas de Fez.

Para alargar la escapada por Marruecos

Si Fez es el punto de entrada en Marruecos y dispones de más días para visitar Marruecos, te recomendamos visitar las ruinas romanas de Volubilis, el precioso e instagrameable pueblo azul de Chefchaouen o incluso alquilar un coche y bajar hasta el Merzouga, la puerta de entrada al desierto del Sáhara, dónde podrás disfrutar de una experiencia única: dormir en una haima bajo un cielo de mil estrellas.

 

¿A qué esperas para buscar tus vuelos y visitar Fez?

 

- @viajarlocura