Diez destinos para incondicionales de las pelis de Disney

Da rienda suelta a tu imaginación en los fantásticos escenarios de tus películas Disney favoritas. Aquí tienes once destinos europeos que te harán creer en la magia…

Este pueblecito francés, situado en la Ruta del Vino de Alsacia, rodeado de un paisaje de colinas y viñedos, tiene un encanto incomparable. Sus callejuelas empedradas y sus casas de colores sirvieron de inspiración para crear el escenario en el que Bella canta sobre su vida en el campo. Si te gustan las películas de Disney, no puedes perdértelo. 

Este castillo, uno de los más célebres del planeta, se encuentra en lo alto de una colina sobre el pueblo de Hohenschwangan, y no es difícil entender por qué los creadores de La bella durmiente decidieron replicar su encanto románico. Adéntrate en sus murallas y siéntete como un príncipe o una princesa mientras admiras su impresionante arquitectura, que también sirvió de modelo a la hora de construir el famoso castillo de Cenicienta de Disneyworld.

Este antiguo templo griego, erigido en honor al rey de los dioses del Olimpo, es uno de los monumentos más emblemáticos de Atenas y uno de los lugares que todo el mundo debería ver una vez en la vida. En la película Hércules, la versión animada del templo es el escenario donde el héroe se reúne con su padre.

Con sus más de mil años de historia, este mágico pueblo de Normandía, situado en una isla rocosa, es otro destino ineludible para los incondicionales de Disney. Tanto el pueblo como la espléndida abadía que se yergue majestuosa en lo alto de la isla sirvieron de inspiración para crear el reino de Corona de la película Frozen.

La próxima vez que estés cerca de Montreux, aprovecha para visitar el mágico Castillo de Chillon, a cuya imagen y semejanza se creó la morada del príncipe Eric de La sirenita. Métete en la piel (y en las escamas) de Ariel y vive tu cuento con final feliz mientras recorres el camino florido a orillas del lago hasta la entrada de este lugar emblemático. Para que la experiencia Disney sea redonda, no te olvides de hacerte una foto para Instagram en la pequeña playa que hay frente al castillo.

Recrea en tu mente la escena más mágica de la película Peter Pan junto al Big Ben, en la capital británica. Alza la mirada y te parecerá ver a los hermanos Darling, a Peter y a Campanilla posándose en una de las manecillas del reloj antes de seguir su camino rumbo al país de Nunca Jamás.

En la ciudad de Segovia, se alza sobre un cerro el imponente Alcázar, un castillo del siglo XII de fachada de ladrillo y torres circulares donde la Reina Malvada le preguntaba a su espejito mágico quién era la más bella del reino en el mítico largometraje Blancanieves y los siete enanitos, uno de los más populares de la factoría Disney.

La película Brave (Indomable) nos traslada a los preciosos paisajes de las Tierras Altas de Escocia de la mano de Mérida, la intrépida princesa pelirroja que protagoniza la historia. La residencia de la familia DunBroch está inspirada en el impresionante Castillo de Eilean Donan, una construcción del siglo XIII donde podrás convertirte en protagonista de tu propio cuento.

Este idílico pueblo bávaro puntúa doble en nuestra lista, ya que quedó inmortalizado en Pinocho, la película de animación de 1940, y en La bella y la bestia. Recorre sus callejuelas empedradas mientras tarareas La estrella azul y lanza una moneda a la Fuente de San Jorge, donde Bella dedicaba una oda a sus queridos libros. 

La Iglesia de San Olaf, del siglo XIX, es la última parada de nuestra ruta por los destinos europeos más Disney. Allí no solo se celebra la coronación de Elsa en Frozen, sino que además da nombre al muñeco de nieve más querido por todos. La iglesia, situada en Balestrand, es una auténtica maravilla que merece la pena conocer.

- Lucy Norris