Por qué deberías visitar Poznan antes de que se ponga de moda

Es posible que no hayas oído hablar de Poznan. Tranquilo, no eres el único. Antes de encontrar la ciudad en el listado de opciones para ir de Erasmus, nunca había oído hablar de ella. Sin embargo, Poznan es la quinta ciudad más grande de Polonia, y es tan bonita que pronto estará en boca de todo el mundo.

Así que toma nota y empieza a buscar tus vuelos baratos a Poznan antes de que sea demasiado tarde y deje de ser nuestro pequeño secreto. 

Puede que tengas la idea de que Polonia son solo edificios grises y pisos comunistas, me gustaría invitarte a planear un viaje a Poznan y descubrir, con sorpresa, que es una colorida ciudad de edificios antiguos bellamente restaurados, locales cool y deliciosa comida. Vamos, todo lo bueno de las ciudades polacas con el plus de ser bastante menos turística.

Pequeña pero coqueta. Así definiríamos Poznan, una de las ciudades más bonitas de Polonia. Su centro neurálgico gira en torno a la plaza peatonal Stary Rynek, que estamos seguros te dejará sin aliento.

Tanto si la visitas de día como de noche, pensarás que has aterrizado en un cuento de hadas debido al suelo empedrado y los edificios de colores que rodean a la construcción principal: el ayuntamiento.

En el centro de la plaza, al lado del Ayuntamiento, hay una serie de coloridas (y estrechas) casas de artesanos (domki budnicze), que datan del siglo XVI y están decoradas con complejos dibujos. Los propietarios pagaban impuestos a la propiedad en función de qué tan anchas y cuántas ventanas tenía el edificio. Durante siglos, los artesanos vendieron sus productos aquí, pero hoy, como en tantas otras ciudades, acogen tiendas de souvenirs.

Muchos de los edificios fueron destruidos durante la segunda Guerra Mundial, y desde entonces, han sido reconstruidos a su antigua gloria, mientras que otros lograron sobrevivir. La plaza está llena de una gran cantidad de restaurantes, cafeterías y tiendas, y de primavera a otoño, de vez en cuando puedes encontrar mercados.

¡Como puedes ver, es uno de los lugares más instagrameables de Poznan! 

Si te preguntas qué ver en Poznan, ésta es una de las mayores curiosidades. No nos hemos vuelto locos ni estamos sugiriendo una excursión al monte. Cada día, a las 12 del mediodía, los turistas se concentran bajo la torre del ayuntamiento para ver cómo las cabras del reloj se baten en duelo, golpeándose los cuernos 12 veces. 

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, un cocinero estaba muy ocupado preparando un festín para los mandatarios de la ciudad. Accidentalmente quemó el venado que estaba cocinando, y entró en pánico, por lo que para salvarse, cogió dos cabras de un prado cercano. Éstas huyeron y llegaron hasta el ayuntamiento, donde empezaron a pelear. Esto atrajo la atención de los asistentes al festín y pudieron detectar un incendio que hubiera quemado toda la ciudad.

Si vas a visitar Poznan, no puedes irte de la ciudad sin degustar la gastronomía polaca, en especial los pierogi.

Aunque son un plato compartido con sus vecinos de la antigua URSS, los pierogi son tan tradicionales en Polonia como el aceite de oliva en España. Son una especie de empanadillas o dumplings rellenos de patata, queso, carne y a veces hasta fruta. Como es normal, la receta se ha ido adaptando a los nuevos gustos y es posible encontrar sabores mucho más exóticos. En las calles adyacentes al centro es posible encontrar tiendas con una larga carta, ¡te será difícil elegir!

Por si fuera poco, en Poznan puedes degustar una comida típica polaca en uno de los bary mleczne. Totalmente opuestos a un restaurante gourmet, los milk bars fueron la solución del partido comunista para alimentar a la clase obrera, pues nacieron con la idea de poder proporcionar una comida caliente a aquellos trabajadores que no disponían de cantina en su lugar de trabajo.

Hoy en día es un viaje al pasado. En muchos de estos lugares, la carta está solo en polaco, por lo que es una aventura la elección a dedo, pero podemos degustar los platos más típicos de la gastronomía polaca por menos de 4€ (12 zloty polacos). 

No se puede negar que Polonia es uno de los países más católicos en los que hemos estado. Esto se traduce en un gran ratio de iglesias respecto al tamaño de la ciudad, pero siempre es un gusto entrar en estos remansos de paz.

Ostrów Tumski (Isla de la Catedral) es la parte más antigua de Poznan, donde se construyó la primera iglesia del país en 966, poco después de que el país adoptó el cristianismo y el bautismo del primer rey de Polonia, Miesko I. 

Al igual que muchas otras que verás en toda Polonia, esta iglesia está diseñada en un estilo prerrománico con ladrillo rojo. Alguna vez fue considerado el centro de la ciudad, pero con el tiempo, la ciudad creció alrededor de Stary Rynek, la preciosa plaza central. 

Ya que hablamos de iglesias, no puede faltar en tu viaje a Poznan una visita a la Poznan Fara, una iglesia que llama la atención por su colorida fachada roja y su interior barroco.

Si durante tu escapada a Poznan tienes la suerte de tener buen tiempo, vale la pena darse un paseo hasta alguno de los parques de la ciudad, sobre todo el Citadel Park.

El Citadel Park no es solo un parque, sino también un espacio de arte e historia. En él encontramos la escultura Nierozpoznani (Los no Conocidos), un conjunto de 112 estatuas sin cabeza ni brazos que caminan en diferentes direcciones y pretende simbolizar de donde viene y hacia donde va la ciudad.

En este parque también es posible ver el Museo de Armas, con réplicas a tamaño real de tanques. 

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