La capital de Georgia, situada en el valle del río Kurá, derrocha encanto y enamora con su arquitectura, su historia y su exquisita gastronomía. Si tienes pensado visitar este paraíso para amantes de la cultura y la buena comida, no te pierdas nuestra lista con lo mejorcito de la ciudad.
La imponente Catedral de la Santísima Trinidad, conocida entre los lugareños como Sameba, despunta en pleno centro de Tiflis con su emblemática cúpula dorada. Sus 97,5 metros de altura la convierten en la tercera iglesia ortodoxa más grande del mundo. Se encuentra ubicada en lo alto de la colina de Elia, en la margen izquierda del río Kurá, y fue construida entre 1995 y 2004. Además de la catedral, el complejo se compone de un campanario, un monasterio y una academia de teología. Los impresionantes arcos y los exquisitos frescos convierten esta catedral en uno de los monumentos imprescindibles para cualquiera que visite Tiflis.
La estatua Madre de Georgia, erigida sobre la colina Sololaki, lleva siendo el símbolo de la ciudad desde 1958. Se trata de un monumento en aluminio de veinte metros de altura, obra del célebre escultor georgiano Elguja Amashukeli, que conmemora los 1500 años de vida de la capital. La estatua, conocida inicialmente como Kartlis Deda, muestra a una mujer vestida con el traje nacional que lleva una copa de vino en una mano, símbolo del carácter hospitalario de los georgianos, y una espada en la otra, que representa el espíritu guerrero de la nación. Se puede llegar hasta la estatua en teleférico o a pie. Cuando estés en la cima, aprovecha para disfrutar de las vistas, que incluyen un castillo y las ruinas de una antigua fortaleza.
Esta irreverente torre inclinada se ha incorporado hace poco al paisaje urbano del centro de la ciudad y se ha convertido rápidamente en uno de sus edificios más emblemáticos. La torre, que parece salida de un cuento de hadas, está adosada al teatro de marionetas del titiritero Revaz Gabriadze, responsable de su construcción. Cada hora podrás ver cómo un angelito sale del balcón superior para tocar la campana y cómo se abre otra ventana bajo la esfera del reloj donde se representa el círculo de la vida. Esta divertida y original torre, situada en un laberinto de callejuelas antiguas, es otro de los atractivos turísticos de Tiflis que no te puedes perder.
El parque de atracciones Mtatsminda está situado en el punto más alto de Tiflis, en la cima de la colina homónima, y es uno de los lugares más visitados de la ciudad. Coge el funicular o uno de los autobuses urbanos y contempla la puesta de sol desde la noria o mientras te tomas algo en uno de los muchos bares del parque. Los tiovivos, montañas rusas, toboganes de agua, restaurantes, cafeterías y tiendas de recuerdos hacen de él un sitio ideal para disfrutar de una jornada de diversión en familia. El parque fue fundado en la década de los treinta del siglo pasado y desde entonces ha sido uno de los lugares de recreo preferidos de los habitantes de la ciudad.
Pasea por Erekle II, una calle repleta de cafeterías, hasta toparte con el elegante puente de vidrio y acero que conecta la ciudad a través del río Kurá. Esta llamativa estructura, una de las más vanguardistas de Tiflis, es obra del italiano Michele De Lucchi. Se trata de un puente peatonal inaugurado en 2010 y formado por un gran dosel de vidrio y una pasarela con luces LED que se encienden todos los días una hora y media antes del ocaso. Aunque parezca que brillan de forma caótica, en realidad las luces mandan un mensaje en código morse con los elementos químicos que conforman el cuerpo humano. Es un puente único que no deberías perderte por nada del mundo.
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- Lucy Norris