Todo lo que ver en Bruselas que nunca se te hubiera pasado por la cabeza

Como capital de Europa, hay muchos motivos para visitar Bruselas: la Grand Place, el Atomium, su cercanía con otros países para irse de roadtrip, una escapada romántica a Brujas y Gante…  Vayas en la época que vayas, planear un viaje a Bruselas siempre es una buena opción, y te vamos a dar algunas ideas para acabar de convencerte del todo y que ya empieces a buscar tus vuelos baratos a Bruselas antes incluso de haber acabado el artículo. 

Seguir la ruta del cómic

Una de las formas más originales de descubrir Bruselas es seguir la ruta de los murales del cómic. Bruselas no solo es la capital de Bélgica y Europa, también es la capital de los cómics. Además del archiconocido Tintín, en las paredes de los edificios de Bruselas encontrarás murales que cuentan las aventuras de otros hijos pródigos belgas como Lucky Luke, los Pitufos o Quick & Flupke. ¡Levanta la vista y no te pierdas ni uno!

Viajar al lejano oriente

En el barrio de Leuken se encuentran dos de los edificios más singulares de la ciudad: la torre japonesa y el pabellón chino. Sorprende ver estos edificios tan bien hechos, y eso se explica porque muchas partes fueron manufacturadas en China y Japón y enviadas a Bruselas.

Aunque ambos edificios se encuentran cerrados, el jardín es un lugar ideal para pasear, sobre todo en otoño, cuando los colores de los árboles nos pueden trasportar al momiji japonés.

Entrar dentro de un átomo

Si te preguntamos por el símbolo de Bruselas, hay dos posibles respuestas: el Mannekken Pis y el Atomium. Pues bien, éste último es posible visitarlo desde dentro, al menos 6 de las nueve esferas que lo componen. Aunque se construyó para la exposición de 1958, tuvo tanto éxito que quedó como símbolo de la ciudad. 

El ascensor que sube a la esfera más alta es el más rápido de Europa y en su interior hay una exposición permanente, un restaurante y unas vistas espectaculares de la ciudad. ¿Te las vas a perder?

Una tarde entre instrumentos de música

Quizás no hayas considerado nunca el hecho de ir a un museo como un planazo al visitar Bruselas, pero el MIM bien merece una visita. La fachada del Musée des intruments de musique, así como el interior del edificio, es de estilo modernista, que nos recuerda a las obras maestras de Gaudí.

En la última planta hay un restaurante y su terraza que ofrecen una vista impresionante del centro histórico de la capital belga. Sin lugar a dudas, esto es imprescindible para cualquier turista que pase y una de las cosas que hacer en Bruselas más bonitas. Como no queremos haceros un spoiler, nos guardamos la foto para nosotros.

Descubrir las especialidades gastronómicas belgas

Moules et frites. Es el plato belga por excelencia, aunque traducido suene algo raro: mejillones con patatas fritas. Pero si ellos están tan orgullosos, habrá que probarlo. Como prácticamente en todas las grandes ciudades, te recomendamos huir de las calles más turísticas que ofrecen el menú en 5 idiomas, para degustarlo en locales más modestos como La Vilette, aunque siempre quedará Chez Leon como referente imbatible de este manjar.

Otro plato muy típico (aunque holandés), y más socorrido si solo quieres comer algo rápido durante tu visita a Bruselas, es frikadellen con... ¡frites! El frikadel es una especie de salchicha frita compuesta a partes desiguales de ternera, pollo y cerdo, junto con otros ingredientes secretos.

Deja sitio para el postre

Mientras paseas por las calles de Bruselas es inevitable que el olor a chocolate te asalte, casi casi de improviso. Primero entra por la nariz, para luego hacerse un hueco visualmente en forma de fuentes de chocolate, bombones de Godiva o suculentos gofres, cada uno con mejor pinta que el de al lado. ¡La decisión está complicada! 

Eso sí, si eres un amante del chocolate caliente, en taza y espeso, no cometas el error de entrar a un bar para pasar el frío y pedir un “chocolat chaud”, que es bastante más líquido de lo que podrías esperar, con la consecuente decepción.

Perderte en la carta de cervezas más larga del mundo

Y no estamos exagerando. El bar Delirium Tremens, en pleno centro y junto a la figura de la Jeanneke Pis, dispone de la carta de cervezas más larga del mundo, unas 2004 cuando lo certificaron de Récord Guinness.

Así que si eres indeciso mejor visítalo con tiempo. Aunque no te guste el alcohol, entrar al local merece la pena solo por la gran cantidad de curiosas chapas que hay en el techo a modo de decoración.

Plaisirs d’hiver

Como tantas otras ciudades centroeuropeas, la llegada del invierno significa una transformación parcial de la ciudad en un gran mercado navideño al aire libre.

Desde finales de noviembre hasta la primera semana de enero, la feria de plaisirs d’hiver combina las casetas gastronómicas, de decoración navideña y atracciones en el barrio de Sainte Catherine con maravillosos espectáculos de luz y sonido en los edificios de la Grand Place. ¡Todo un espectáculo para disfrutarlo bien abrigado! 

¿A qué esperas para viajar al corazón de Europa? Tienes vuelos directos desde las ciudades de Barcelona, Madrid, Sevilla, Málaga, Valencia, entre otras, al aeropuerto de Zaventem, a tan solo 17 minutos del centro de Bruselas.

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