Descubre Marrakech de la mano de Amanda Mouttaki

Muy buenas. En primer lugar, me gustaría presentarme: soy Amanda, una emigrante estadounidense que se enamoró de un marroquí hace trece años. Después de estar viviendo en Estados Unidos un tiempo, hace cuatro años decidimos mudarnos a Marrakech para asentarnos y convertir la ciudad en nuestro nuevo hogar. Me apasiona la comida y descubrir el lado más auténtico de la cultura y la gastronomía de cada lugar que visito. Debido a mi trabajo, lo más probable es que me veas explorando rincones desconocidos, probando nuevos restaurantes (y repitiendo en los que ya han conquistado mi paladar) y organizando visitas gastronómicas para turistas. La comida marroquí es muy diversa, pero por desgracia la mayoría de visitantes no llegan a descubrirla porque muchos platos no tienen cabida en las cartas de los restaurantes. Por eso, mi objetivo es enseñar a la gente dónde ir, qué pedir o, si no pueden venir a este maravilloso país, cómo preparar platos marroquíes en casa.

Dado que vivo en el seno de una familia marroquí y he aprendido dariya (árabe marroquí), parto con ventaja y no estoy limitada a los lugares que suelen visitar los turistas, y además me encanta compartir mis experiencias. Empecé a preparar platos marroquíes hace más de una década y aún a día de hoy sigo descubriendo nuevas técnicas y recetas. Si tienes pensado visitar Marrakech dentro de poco, aquí van un par de consejos para sacar el máximo partido a tu estancia en la ciudad roja.

Cuando un amigo viene a visitarme a Marrakech, el primer sitio al que le llevo es a algún local donde sirvan desayunos. No hay que olvidar que el desayuno es la comida más importante del día y, además, es una primera toma de contacto estupenda con la cultura marroquí. Para mí, no hay nada comparable al khlii de Snack Othmane; es un plato auténtico y delicioso.

La Maison de Photographie es un sitio estupendo para tomarse un café. Echa un vistazo a su excelente muestra de fotografía y luego siéntate tranquilamente en la terraza de la cafetería. Desde allí hay unas vistas magníficas, al igual que desde otras azoteas de Marrakech, sobre todo la del Palacio Badi. Se puede admirar la ciudad al completo, con sus múltiples minaretes y las montañas del Alto Atlas como telón de fondo.

La mejor forma de descubrir Marrakech es a pie, sobre todo porque gran parte de la ciudad antigua está cerrada al tráfico y no hay otra opción si quieres recorrer sus callejuelas. De hecho, perderse por la medina es un verdadero placer, y vagar sin rumbo fijo te permitirá descubrir un sinfín de cosas. Si no te seduce demasiado la idea, puedes optar por visitar alguno de los parques públicos, como el Parque Cibernético o el Jardín Harti.

Te recomiendo que, antes de visitar esta ciudad, te informes un poquito sobre su historia, en especial la del siglo XX. Mucha gente cree que Marrakech es un lugar consagrado al lujo, pero en realidad es una ciudad viva con mucho que ofrecer. La mayoría de turistas se limitan a visitar la medina, aunque los que vivimos aquí sabemos que la ciudad es mucho más que eso. La mejor época del año para descubrirla es la primavera, cuando la cordillera del Atlas está cubierta de nieve, los árboles empiezan a florecer y hay una temperatura muy agradable.

La plaza Jemaa el-Fnaa es un lugar mágico tras la puesta de sol, aunque para exprimir la noche al máximo no hay nada como la zona de Hivernage, donde se concentran numerosas discotecas y restaurantes.

La zona de Ta’ala no es demasiado conocida entre los turistas, pero merece la pena descubrirla sobre todo por los muchos talleres de artesanía que alberga. Podrás comprar artículos directamente a los fabricantes a precios más competitivos que los de las tiendas que venden un poco de todo.

Si quieres descubrir los mejores consejos para conocer Marrakech y otros rincones únicos, no te pierdas el blog de viajes y gastronomía MarocMama.

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