Descubre por qué Cracovia es la joya de las ciudades polacas

¿Cuáles son las 3 cosas que se le pueden pedir a una ciudad? Que sea buena, bonita y barata. Estos tres atributos podemos encontrarlos en Cracovia, y no solo lo decimos nosotros. Que Cracovia es la ciudad europea más barata para viajar lo certificó en 2018 el estudio anual de City Costs Barometer del Post Office Travel Money y nosotros damos fe de ello, por lo que ya tardas en buscar tus vuelos baratos a Cracovia desde Alicante, Madrid, Barcelona y muchas otras ciudades. 

Como si lo hubieran sacado de un cuento de hadas, el centro de Cracovia tiene un increíble legado arquitectónico, gracias en parte a que no sufrió daños significativos durante la segunda guerra mundial debido a la temprana ocupación de la ciudad y a la poca resistencia que encontraron las tropas alemanas. Eso le ha permitido conservar todo su encanto, que se queda reflejado en las calles del centro histórico, Stare Miasto, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1978.

Y es que en este barrio se encuentra la joya de la ciudad, y también su punto neurálgico, tanto para viajeros como para residentes: la plaza del Mercado. Se trata de la plaza medieval más grande y seguramente más hermosa de Europa, y el auténtico centro de la vida diurna y nocturna de la ciudad. 

Este imprescindible en las listas de qué hacer en Cracovia alberga construcciones emblemáticas como la basílica de Santa María, con sus dos torres asimétricas, su fachada gótica de ladrillo y sus espectaculares vidrieras; la iglesia de San Adalberto; la Lonja de los Paños, de estilo renacentista (imposible pasarla de largo), o la torre del Ayuntamiento. Es posible subir a lo alto de los 70 metros de este edificio para tener otro punto de vista de esta plaza. 

Por algún motivo que desconocemos, las ciudades que tuvieron un pasado comunista suelen despertar nuestra curiosidad. Si eres como nosotros, no puedes dejar de visitar el barrio de Nowa Huta en tu viaje a Cracovia, situado a unas paradas de tranvía del centro. Este barrio se creó entre el 1949 y el 1951 para funcionar como ciudad independiente, alimentando y siendo alimentada por la fábrica de acero que se instaló a sus afueras. Dicen que la ciudad fue construida para mostrar al pueblo polaco las bondades del régimen comunista, ofreciendo a los polacos alojamiento y trabajo.

Visitar el barrio de Nowa Huta en Cracovia es una opción interesante para profundizar en la historia de la Europa del Este durante el comunismo, y conocer su arquitectura hiperrealista, donde enormes bloques de pisos en los que el estado acogía a los trabajadores y austeros edificios administrativos, presiden las amplias y vacías avenidas, que parten desde la Plaza Central, formando una estrella. Y la mejor forma de hacerlo, es a bordo de un Trabant, un coche típico de la época (equivalente al emblemático Seat 600 de nuestros padres), mientras un guía de nuestra edad nos iba explicando cómo se sentía él de pequeño. ¡Toda una inmersión cultural e histórica! 

El barrio de Kazimierz, hoy en día convertido en el barrio de moda y sin duda, uno de los lugares que ver en Cracovia, fue durante siglos una ciudad independiente en la que convivían si problema alguno hebreos y cristianos. Repleto de iglesias y sinagogas, por desgracia durante la ocupación nazi, sus habitantes fueron deportados masivamente al gueto judío y finalmente, casi la totalidad de los 60.000 residentes de esta religión fueron exterminados.

Tras estar mucho tiempo abandonado, el barrio recuperó la vida gracias, en parte, al estreno de la película La lista de Schlindler. Alrededor de las sinagogas hay museos, restaurantes y locales de música judía.

Desde Cracovia podéis visitar uno de los enclaves más tristes y oscuros de la historia reciente: el campo de concentración de Auschwitz, situado a unos 70 kilómetros de la ciudad de Cracovia. Ya avisamos que es una visita dura y de la que sales con muy mal cuerpo, pero imprescindible para entender la historia moderna y ayudar, en parte, a que no se repita.

Aunque estés poco tiempo en Cracovia, y dado el reducido tamaño de la ciudad, te recomendamos una pequeña excursión a las minas de sal de Wielickza, a unos 15 km del centro de Cracovia. Se trata de  unas galerías subterráneas excavadas a mano en paredes completamente de sal. Lo más espectacular son las estatuas y las enormes y decoradas salas. Si te lo preguntas… sí, no pudimos resistirnos a probar si era sal de verdad. 

¿Sabías que es posible dormir en las minas? Dicen que la sal de Wieliczka tiene propiedades curativas y beneficiosas para la respiración, por ese motivo hay un pequeño hotel situado en la misma mina, para que podamos hacer tratamientos para mejorar nuestra salud (y por qué no, presumir de haber dormido en un lugar tan peculiar). ¡No pueden faltar en tu visita a Cracovia!

Al fondo de la calle Grodzka,  una de las famosas y céntricas de Cracovia, se encuentra una de las zonas más bonitas de Cracovia: la colina Wawel. Aquí están el castillo y la catedral de la ciudad, que dan fe de su capitalidad hasta principios del siglo XVII. La fachada de la catedral, con una mezcla de colores y estilos, refleja el Renacentismo italiano en tierras europeas. Si bien la entrada al castillo es de pago, pasear por el recinto de la colina Wawel es gratuito, así que puedes aprovechar para darte un paseo por allí durante tu viaje a Cracovia.

Cuando estamos de viaje, a menudo cuidamos menos nuestro estómago de lo que deberíamos. Cracovia es una ciudad que se disfruta, no solo con la vista sino también con el gusto, pues pone a disposición del visitante un amplio abanico de restaurantes tradicionales donde la cuenta para dos tras una abundante comida cuesta menos que un abono mensual de transporte público para 1 en muchas ciudades de España. Los bares de leche se han convertido en un icono de los tiempos comunistas y a la vez, una excelente opción para aquellos que no queremos dejarnos el presupuesto en comida. Te dejamos nuestra guía para descubrir la gastronomía de esta magnífica ciudad.

Esperamos haberte dado suficientes motivos para querer viajar a Cracovia y descubrir la joya de las ciudades polacas.

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