Cafeterías o bares donde hacer una pausa durante tu visita a Barcelona

Es innegable, visitar una ciudad da hambre. Y más si estás recorriendo Barcelona a pie o quieres aprovecharla al máximo en un día. Es necesario hacer una pausa, y a veces cuesta encontrar donde hacerlo. Ya te hemos dado consejos para comer de fábula en Barcelona y hoy hablaremos de aquellas cafeterías o bares en los que podrás degustar 5 platos típicos de la gastronomía catalana. Algunos de ellos no entrarán en la lista de las cafeterías más instagrameables de Barcelona ni en la de restaurantes con encanto de esta maravillosa ciudad, pero te aseguramos que sí lo figurarán en el top 10 de tu estómago. ¡Y es que también hay que mantenerlo contento durante nuestros viajes!

Patatas Bravas – Sant Antoni Gloriós, Manso 42

Foto del Facebook del Sant Antoni Gloriós

Pese a que oficialmente nacieron en Madrid, se han convertido en una de las tapas reina de la gastronomía catalana. Se diferencian de su antecesora en que aquí les añaden alioli, una salsa hecha con ajo y aceite.  Todo sea dicho, no pueden faltar en ninguna terracita o reunión entre amigos. Pero claro… ¿dónde encontrar unas buenas patatas bravas en Barcelona? Como en todas las ciudades, hay lugares mejores y peores, pero sin duda os recomendamos una parada en el Sant Antoni Gloriós. En pleno barri de Sant Antoni, es la parada perfecta para visitar uno de los barrios más revitalizados de la ciudad, además del precioso mercado de homónimo.

Foto del Facebook del Sant Antoni Gloriós Bombas de la Barceloneta – La Cova Fumada, Carrer del Baluard, 56

Foto de la web de la Cova Fumada

Si hablamos de tapas oriundas de la ciudad y de dónde comer en Barcelona, no podemos dejar de lado las bombas de la Barceloneta. Nacidas en este barrio marinero y con una receta secreta guardada con sumo cuidado (entre sus ingredientes lleva patata, carne picada y salsas picantes), es una de las tapas que debes probar en tu visita a Barcelona. Si te acercas a dar un paseo por la  playa, no dudes en pasarte después por la Cova Fumada, un bar sin cartel con grandes puertas de madera, afuera de las cuales la gente espera para probar algunas de las mejores tapas de Barcelona. Éstas están listadas en una pizarra, a la antigua usanza. Imprescindible llegar pronto.

El vermut – Senyor Vermut, Provença 85

Foto del Facebook de Senyor Vermut

¿Quién no ha oído la expresión “nos vemos a la hora del vermut”? Una bebida tradicional que desde hace unos años ha recuperado su popularidad a pasos agigantados, convirtiéndose en un must de Barcelona, lo que bebe la gente cool un domingo al mediodía. ¡Ay, si nos vieran nuestros abuelos! Son muchos los bares que le han hecho un hueco a esta bebida dulce, que sabe mejor con amigos.

 

Con más de 40 vermuts diferentes, y el inolvidable sifón (todo un recuerdo de la infancia de quien escribe estas líneas), el Senyor Vermut es el lugar ideal para hacer un parón, además también podréis degustar sus bravas (los expertos dicen que son de las mejores de Barcelona) y las bombas. ¡Menudo 3 en 1!

Pan con tomate – Can Recasens , Rambla del Poblenou 102

Foto de la web de Can Recasens

Algo tan simple es, por antonomasia, uno de los platos más tradicionales de la gastronomía catalana. Y es que aunque no lo parezca, hacer un buen pà amb tomaquet (o pantumaca para los amigos) tiene su miga, nunca mejor dicho. No basta con restregar un tomate contra un trozo de pan y echarle un poco de aceite de oliva virgen. En el barrio del Poblenou encontramos Can Recasens: charcutería-quesería de día y bodega delicatessen de noche.  ¡Aprovecha la parada para degustar una buena tabla de embutidos o quesos catalanes!

Granjas de la calle Petritxol

Foto del Facebook de la Granja Dulcinea

No puede faltar en nuestra lista de platos tradicionales catalanes un postre (o dos, es que somos muy golosos). La calle Petritxol, en pleno barrio gótico, es una perdición para los amantes del dulce, ya que a lo largo de esta estrecha calle hay varias granjas (en su origen, eran lecherías donde se podían comprar los productos frescos) dignas de visitar. El producto estrella es el chocolate caliente, bien espeso, con nata y melindros (o incluso churros). En la granja Dulcinea (en el número 2 de la calle Petrixol desde 1941), además, podemos degustar una de los postres más famosos de la gastronomía barcelonesa: la crema catalana.

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